Tudor Arghezi

Un talento precoz, aunque todavía "tosco", Arghezi hizo su debut poético en 1896, cuando todavía era adolescente, bajo el seudónimo de Ion Theo, en una revista dirigida por Alexandru Macedonski. Durante esos años fue influenciado por el simbolismo y los primeros signos de la vanguardia literaria, que darían un sello distintivo y duradero a su estilo. En un sorprendente cambio de rumbo, Arghezi pasaría no menos de cinco años en el Monasterio Cernica. Posteriormente abandonó el deseo de convertirse en monje.

En 1905 viajó a París y luego a Alemania y Suiza, siguió trabajando y escribiendo poesía, y por un corto tiempo se ganó la vida como aprendiz de joyero. También visitó Italia, sólo para volver a Rumania en 1910 y comenzar una exitosa carrera como poeta y periodista, publicando sus trabajos en revistas como Viata Romaneasca, Teatru, Facla, y otras. No sólo sus artículos y poesías eran interesantes; lo que era sorprendentemente original e influyente fue su talento como escritor de panfletos cáusticos y ásperos, a menudo vulgares y escandalosos. Esta actividad le ganó un sinnumero de enemigos, aunque también una gran cantidad de admiradores. También se dio a conocer como un crítico de arte competente.

Más o menos cercano a escritores como Ion Minulescu, Liviu Rebreanu, Victor Eftimiu o Eugen Lovinescu, fue también amigo de pintores como Iosif Iser, Steriadi y muchos otros. 

Arghezi ya era conocido como un buen poeta y periodista feroz, pero su verdadero éxito comenzaría sólo después de la Primera Guerra Mundial.

En 1927, después de un largo período de trabajo, pudo publicar su libro de poesía, "Cuvinte potrivite", y también fundó su pequeño periódico, "Bilete de papagal". Ambos trabajos jugarían un papel clave en la historia de la literatura rumana y el periodismo. 

Ese fue sólo el comienzo, a lo largo de los siguientes años, Tudor Arghezi publicaría varios volúmenes de poesía y prosa, artículos, reseñas, libros para niños, revistas, etc. Sus volúmenes de poesía fueron sorprendentemente exitosos desde el principio, con títulos tales como "Flori de mucigai", "Poarta neagra", "Versuri de Seara". Para sorpresa de su generación, el poeta también demostró ser un muy buen autor de novelas, y publicó varias, la más exitosa "Cimitirul Buna -Vestire", una composición extraña y muy poética.
 
Durante la 2a Guerra Mundial, fue arrestado una vez más (ya había estado preso durante el primer conflicto bélico junto con otros escritores, por su supuesto apoyo a los alemanes), esta vez debido a un panfleto dirigido al embajador alemán von Kilinger. El poeta pasaría un año en un campo de prisioneros en Tg Jiu, entre 1943 y 1944. 

La era comunista, que cambiaría el mundo artístico, también marcaría el inicio de las más severas persecuciones en la vida y carrera del escritor. En 1948 una violenta serie de artículos, publicados por Sorin Toma en "Scanteia", el periódico oficial del Partido Comunista Rumano, marcó el inicio de una violenta campaña de denigración, dirigida contra Arghezi. Bajo el título "Poezia putrefactiei sau putrefactia poeziei", literalmente lo descalificaba como poeta y escritor, colocándolo en en una categoría entre la abominación y la depravación, y recomendando que fuera prohibido para siempre. Muchos de sus antiguos amigos no dudaron en volverse contra él. Artículos hirientes, fuertes insultos, sus volúmenes confiscados y destruidos, sacados de las bibliotecas públicas, su firma desaparecida de las páginas de revistas y periódicos. Fue el final de Arghezi, y durante mucho tiempo tuvo que depender de la venta de las cerezas de su propio jardín. Fue un momento trágico en la vida del poeta. 

El cambio radical en la actitud de las autoridades hacia él, llegó en 1952, cuando el poeta fue lentamente "reinsertado" en la literatura convencional, después de haber hecho un pacto y pudo comenzar a publicar en revistas y periódicos comunistas, e incluso escribir panfletos mucho más del agrado del nuevo régimen. Muchos lo acusaron de hacer un pacto con el diablo, otros que lo hacía por conveniencia, y no tenía ninguna vergüenza en atacar a sus antiguos amigos. 

Una vez más comenzó a publicar sus nuevas y antiguas obras, aunque a menudo la censura tenía algo para decir; recibió premios y distinciones y fue celebrado como poeta nacional. Empezó a ganar una buena cantidad de dinero por sus artículos y poemas, y no dudó en continuar escribiendo panfletos de propaganda, a menudo chocantes, atacando todo lo que estaba en contra del Nuevo Orden. Muchos se sintieron desilusionados, otros lo odiaban. Sin embargo, los más recordarían al verdadero poeta, periodista y escritor, que tuvo que hacer este compromiso para sobrevivir como artista y como ser humano.
 
Tudor Arghezi falleció el 14 de julio de 1967, en Bucarest, y fue enterrado en el patio de su casa en Str Martisor, hoy museo de la memoria, uno de los mejores en Bucarest.