Días atrás
Rihanna presentó ante el Tribunal superior de Los Ángeles una denuncia contra la persona que le vendió su mansión acusándolo de conocer algunos defectos estructurales, de los que ella debe encargarse actualmente.
Resulta ser que, luego de que la artista adquiriera la vivienda por 6.9 millones de dólares, comenzó a sufrir una serie de percances que no estaban incluidos en el contrato: durante el mes de enero, luego de una tormenta moderada, la residencia se “sacudió”, y debido a varios defectos en su estructura, se inundó y sufrió serios destrozos en muchas de sus habitaciones, por lo que quedó inhabitable.
También se llevaron su demanda varias empresas que se encargaron del diseño y la inspección del domicilio, entre ellas la Prudential California Realty, ya que según alega la cantante, ella no habría pagado la suma que desembolsó por su casa si hubiera tenido conocimiento de los problemas que traía consigo.
Además, según lo publicado por
TMZ, en los documentos que
Rihanna presentó asegura que "
el valor de la propiedad en el momento de la compra, teniendo en consideración los muchos defectos de construcción, era de varios millones de dólares menos".