Siete meses después de que
Justin Bieber fuera arrestado en Florida por “
conducción temeraria y resistencia a la autoridad”, sus abogados han llegado a un acuerdo con la ley para cerrar el caso: en primera instancia, el canadiense deberá declararse culpable de los delitos de los que se le acusa, también tendrá que pagar las tasas judiciales del caso y finalmente está obligado a donar 50.000 dólares a organizaciones benéficas.
Asimismo, tiene que asistir a un curso de 12 horas para mejorar su control de la ira, el cual podrá llevar a cabo de manera particular para evitar la “
histeria” que causaría si acudiera a uno púlbico, y finalmente, deberá ver vídeos de casos reales de conducción temeraria donde las consecuencias del delito llevaron a sus protagonistas a finales trágicos.
La misma sentencia fue acordada para
Khalil Sharieff, el amigo del intérprete que fue arrestado con Justin en enero, cuando ambos competían ilegalmente en una carrera de coches en Miami, que incluso fue bloqueada por el equipo de guardaespaldas del cantante.
Vale recordar que cuando fue arrestado en dicha ocasión, el examen toxicológico que le hicieron al ídolo teen reveló que aunque había estado conduciendo con los niveles de alcohol permitidos en sangre, también se encontraba bajo los efectos de la marihuana y de un fármaco para la ansiedad llamado Xanax.