Esta semana el mundo entero se paralizó por la repentina muerte de
Robin Williams, quien padecía un severo estado de depresión.
Susan Schneider, su tercera esposa, explicó a través de un comunicado que el ganador de un Oscar “
fue valiente mienrtas luchaba contra la depresión, la ansiedad y los primeros estadios de la enfermedad de Parkinson, de la que todavía no estaba preparado para hablar públicamente”.
Si bien ya se sabía que sufría de depresión y que era adicto, principalmente al alcohol, el hecho de que padeciera esta enfermedad en cierta forma justifica su bajo estado anímico, ya que es uno de los síntomas de este mal.
Vale agregar que hasta ahora nadie sabía que el actor se encontraba enfermo.