Hace un año, el 11 de agosto de 2014, moría
Robin Williams. El extraordinarias actor de Hollywood se ahorcó en su casa, como consecuencia de una profunda depresión que venía sufriendo en los últimos años. Tuvo una infancia difícil marcada por el bulling en la escuela; ya adulto, la muerte de dos queridos amigos como John Belushi y
Christopher Reeve, la adicción al alcohol y las drogas, marcaron la existencia de un talento de la escena, capaz de hacer reír o llorar desde la pantalla, pero que tras bambalinas caía presa de un "mal oscuro".
Incontables sus películas, comenzando por "
El indomable Will Hunting", que le valió su único Premio de la Academia como Mejor Actor de Reparto en 1998. Pero también reconocido por "
Good morning Vietnam", "
La sociedad de los poetas muertos", "
Patch Adams" u otras en las que tuvo roles decididamente desopilantes, como la trilogía de "
Una noche en el museo, "
Jumanji y "Señora Doubtfire, papá de por vida".
Para recordar su inmenso talento, se han programado especiales de televisión no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo. En Paradise Cay, donde vivía, se espera que muchos fans y gente común desfilen por su casa para dejar una flor.