Cejas marcadas cejas, labios muy gruesos, el rostro liso y los ojos (casi) sin expresión. Así se presentó
Uma Thurman en la alfombra roja de Nueva York en el estreno de "
The Slap", y fue suficiente para dar inicio a un escándalo. "
Tambiém la actriz ha sucumbido al botox", "
No será mucho?", "
Uma, ¿por qué lo hiciste?", titularon los tabloides de medio mundo, así como también sus fans en la implacable social. Como, de hecho, ya había pasado hace unas semanas con la nueva imagen de Renée Zellweger.
Pero, para la musa de
Quentin Tarantino, la explicación es otra muy distinta. Mucho más simple. "
Debo decir que mi maquillaje no es del agrado de todos" , dijo, hablando por primera vez del incidente, en "
Today Show". "
Sé que tenía un aspecto extraño, pero traté de experimentar", explicó , apareciendo en la televisión casi con la cara lavada, para reiterar que "
ella es siempre básicamente la misma".
También su maquillador personal salió en su defensa: "
Francamente, estoy muy sorprendido por lo que sucedió", dijo a
Refinery29.com, "
pensé que todos estábamos conscientes del papel que hoy tiene el maquillaje en el mundo de las celebridades, y las mujeres en general, que así pueden sentirse más libres para experimentar con diferentes tipos de belleza. Porque es sólo maquillaje, al final día se lava y se va".
La actriz, de 44 años y madre de tres hijos, no parece haberse hecho mucho problema. "
Hago este trabajo desde hace años, estoy acostumbrada", añadió; "
la gente me dice muchas cosas y tengo que aceptar lo bueno y lo malo".