Después de haber sido víctima de un terrible robo en París,
Kim Kardashian decidió pasar un tiempo lejos de los reflectores.
El episodio se remonta a casi un mes, un tiempo interminable para aquellos que durante años hablaron de sí mismos a diario, documentando constantemente su vida cotidiana. Pues bien, parece que la diva de las selfies ho no tiene ningún deseo de volver a ser lo que era antes.
La traumática experiencia parisina literalmente convulsionó a Kim, que se atrincheró en su casa de Los Ángeles en compañía de sus hijos y seres queridos, dejando de lado todo lo demás. En los últimos días, sin embargo, algo parece haber cambiado.
En las últimas horas, Kim fue fotografiada en el backstage de uno de los últimos conciertos de su esposo
Kanye West. Según lo informado por
E! Noticias, Kardashian estaba en compañía de su madre
Kris Jenner y sus hermanas Kendall y Kourtney seguidas naturalmente, por su guardaespaldas.