Todo según lo previsto:
Game of Thrones, compitiendo con su última temporada, ganó el Emmy más codiciado, el de la mejor serie dramática;
Peter Dinklage fue premiado como Mejor actor secundario en una serie dramática, y
Fleabag y
The Marvelous Mrs.Maisel, ambas distribuidas mundialmente por Amazon Prime Video, se dividieron los premios en la categoría de comedia.
Chernobyl, como era previsible, triunfó en la categoría mejor miniserie. Aunque, y hay que decirlo,
Jared Harris, su protagonista, merecía recibir una estatuilla por su actuación.
Entre las series dramáticas, increíblemente, se destacó
Ozark de Netflix, ganador del Emmy a la mejor actriz de reparto en una serie dramática, en la persona de
Julia Garner; y el del mejor director, fue a
Jason Bateman. Pero la verdadera ganadora de la noche fue Phoebe Waller-Brigde, quien ganó el Emmy a la mejor actriz en una serie de comedia y el de mejor guión.
Bill Hader por
Barry, ganó el Emmy al Mejor Actor en una Comedia;
Jharrel Jerome, con
When they see us de Netflix, ganó el premio al mejor actor en una miniserie. Y Billy Porter, por
Pose, ganó la estatuilla como Mejor actor en una serie dramática.
Jodie Comer, la protagonista de
Killing Eve, ganó el premio a la mejor actuación femenina en un drama.
Michelle Williams también ganó por su extraordinario trabajo en la miniserie
Fosse / Verdon.
The Marvelous Mrs. Maisel llevó a casa los Emmy para la mejor actriz de reparto en una comedia, que fue para
Alex Borstein, y para el mejor actor de reparto, que fue poara
Tony Shalhoub. El premio a la mejor película de televisión fue otorgado a
Black Mirror: Bandersnatch de Netflix. Y a
John Oliver, y a su
Last Week Tonight with John Oliver, se le asignó el premio a la mejor talk show.
El recuento final dice que, dadas las 137 nominaciones recibidas,
Hbo ganó 34 premios Emmy, convirtiéndose en el canal más premiado de la noche. En segundo lugar, con 117 nominaciones y 17 Emmys,
Netflix.