El hombre que pudo reinar

Finales del siglo XIX. Dos militares británicos, Danny Dravot (Sean Connery) y Peachy Carnehan (Michael Caine) deciden partir hacia las tierras desconocidas de Kafiristán más allá de las montañas del Himalaya, para intentar probar fortuna y convertirse en reyes.

Tras un viaje en el que están cerca de perecer, consiguen llegar a su destino.
Allí consiguen unir a pequeñas aldeas para formar un ejército con la idea de autoproclamarse reyes del Kafiristán.

Sin embargo, los nativos consideran a Dravot un dios al sobrevivir al ataque de una flecha.
Los dos británicos aprovechan entonces esta nueva situación para ir más allá en sus ambiciosas pretensiones.