Escondidos en Brujas

Dos matones, Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson), después de errar catastróficamente un encargo en Londres, viajan a Brujas para esperar las ordenes de su jefe, Harry (Ralph Fiennes).

A la vista de que probablemente sea éste el último lugar que pisen, optan por hacer vida de turistas mientras esperan la llamada del jefe.

Ray sigue obsesionado con el fracaso del trabajo y comienza a odiar la ciudad.
Por el contrario, Ken, consigue relajarse y disfrutar de los encantos de ésta, y cuanto más se alargue la espera, más surrealistas serán las sitauciones que les irán ocurriendo.