Nació en España, en 1485. Fue un conquistador español del imperio Azteca, marqués del Valle de Oaxaca y capitán general de la Nueva España. Fue hijo único, y sus padres fueron
Martin Cortés y
Catalina Pizarro Altamirano. Se le envió a los catorce años a realizar sus estudios de leyes en Salamanca.
Sin embargo, desertó de sus estudios al periodo de dos años, ya que otros eran sus intereses. Luego de un tiempo tuvo la oportunidad de enrumbarse en una embarcación hacia la isla
La Española (1504), instalándose como plantador y funcionario de la colonia.
Luego, contando con una armada zarpó del puerto de
Santiago de Cuba, el 18 de noviembre de 1518. Para abastecerse de comestibles tuvo que hacer escala en el puerto
Trinidad y otros lugares.
Hasta que llegó el
10 de febrero de 1519, en que la escuadra desertó las costas de Cuba. Dicha flota estaba conformada por 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros (estos últimos eran auxiliares de tropa).
Entre los que dirigían la armada estaban los capitanes
Alonso Hernández Portocarrero,
Alonso Dávila, Diego de Ordás,
Francisco de Montejo,
Francisco de Morla,
Francisco de Saucedo,
Juan de Escalante,
Juan Velázquez de León,
Cristóbal de Olid,
Gonzalo de Sandoval y Pedro de Alvarado.
Entre los hechos en que participó Hernán Cortés están: Batalla de Centla y la toma de Potonchan, Fundación de Santa María de la Victoria, Fundación de Veracruz y alianza militar con Cempoala, Guerra y posterior alianza con Tlaxcala; Matanza de Cholula, Toma de Tenochtitlán, Enfrentamiento entre españoles, Matanza del templo mayor, Rebelión y la Noche Triste, etc.
Al igual que su pariente
Francisco Pizarro, quien invadió el imperio de los Incas, Hernán Cortez también tuvo el propósito de
tomar los nuevos territorios por la fuerza y con ardides, en que tuvo una serie de victorias sobre los aztecas; así como derrotas como la mencionada “
Noche Triste”.
Su deceso fue el 2 de diciembre de 1547, siendo enterrado varias veces. Debido a que según sus testamentos no concordaban. Al partir a la eternidad tuvo como efecto que fuera inhumado en el
monasterio San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla).