Pedro II

Pedro nació el 2 de diciembre de 1825, en la residencia imperial en São Christovão. Cuando su padre, Pedro I, abdicó en 1831, el joven Pedro se convirtió, literalmente, en guardián de la nación. Su educación, fue estructurada muy rígidamente y las largas horas pasadas en el estudio, lo prepararon muy bien para sus futuras funciones.

Hasta que Pedro llegó a la edad de 18 años, Brasil fue gobernado por una regencia, pero durante un interregno de 9 años el imperio casi se desintegró. Reconociendo el fracaso total de la regencia,los liberales forzaron la declaración de mayoría de edad de Pedro el 23 de julio de 1840. En 1843 se casó con la princesa Thereza Christina de Nápoles. En 1850 se restableció el orden, y la monarquía entró en una era de estabilidad interna. A primera vista, el gobierno de Pedro II se parecía al sistema parlamentario británico, pero en realidad el emperador era el amo de estado. Su ejercicio juicioso del poder creó un equilibrio político que aseguró la paz interna durante la mayor parte de sus 49 años de reinado.

Por más de dos décadas Pedro tuvo que lidiar con la economía y políticas británicas, una herencia del antiguo imperio portugués. Se encontró con una gran crisis después que el Parlamento británico aprobó la Ley de Aberdeen en 1845, ya que los barcos británicos entraban arbitrariamente a puertos brasileños y participaban en el comercio de esclavos africanos. En diciembre 1862 Gran Bretaña bloqueó temporalmente la ciudad de Río después de una serie de altercados entre los marineros británicos y funcionarios brasileños.

La intervención de Pedro II en guerra civil de Uruguay involucró a Brasil en una guerra con la Argentina de Juan Manuel de Rosas en 1851-1852. Condiciones caóticas persistieron en Uruguay en la década de 1860, y en septiembre de 1864, como resultado de los ataques a ciudadanos brasileños, Pedro envió tropas imperiales. Aprovechando la situación, el dictador paraguayo Francisco Solano López atacó la región de Mato Grosso en diciembre. Brasil se unió a Argentina y Uruguay en la Guerra de la Triple Alianza en mayo 1865, pero llevó la peor parte de la batalla debido a que negó algún compromiso o mediación hasta que López fue eliminado. El conflicto de 5 años resultó caro para Brasil: se vació el tesoro, costó 50.000 vidas, y se aplazaron muchas reformas internas urgentes. 

Después de la guerra una conjunción de varios factores sirvió para destruir la dinastía de Braganza. Aunque Pedro era todavía abrumadoramente popular, la monarquía no lo era. El aliento del Partido Republicano, fundado en 1870, y las ideas republicanas circularon ampliamente en una prensa cuya libertad era cuidadosamente vigilada.

En la década de 1870 Brasil experimentó su primera grave conflicto Iglesia-Estado. Los obispos de Olinda y Pará, en contra de las órdenes de Pedro, ex gran maestro masónico, continuaron censurando las irmandades (cofradías de laicos) en sus distritos, que se negaban a abjurar de la masonería. Cuando los obispos persistieron en desafiar la autoridad civil, fueron detenidos y condenados a 4 años de trabajos forzados a principios de 1874. Pedro alivió la situación en septiembre de 1875 concediendo una amnistía, pero ya había perdido el apoyo del clero.

La cuestión de la esclavitud también debilitó la posición del emperador. Aunque era un abolicionista ardiente, contemporizó en la emancipación cuando se dio cuenta de que los fazendeiros esclavistas eran su más firme apoyo. Pero la proclamación de la total abolición no compensada en marzo 1888, enajenó a los plantadores.

El factor importante en la caída de la monarquía, sin embargo, fue el surgimiento del militarismo. Después de la Guerra del Paraguay, el ejército, inspirado en el positivismo, desarrolló un desprecio arrogante por el liderazgo civil. Una grave enfermedad en 1887 afectó en gran medida la capacidad física y mental de Pedro, y su inacción durante el golpe militar el 15 de noviembre de 1889, condenó el imperio. 

El 16 de noviembre se proclamó la república, y al día siguiente la familia real se exilió. Pedro murió en París el 5 de diciembre 1891.