Los problemas para la ex princesa del pop parecen no tener fin.
A su depresión y deseos suicidas ahora se suma un nuevo revés judicial: rechazaron nuevamente la posibilidad de restituirle sus hijos, luego de que llegara a la audiencia de conciliación pero no quisiera entrar a la sala
El comisionado de Corte Superior,
Scott Gordon mantuvo el fallo que prohibe a
Spears visitar a sus pequeños hijos al menos hasta que el 19 de febrero se celebre una nueva audiencia, dijeron los abogados del ex esposo de la cantante,
Kevin Federline.
Gordon emitió la orden original a comienzos de mes, cuando la Policía acudió a la casa de la ex princesa del pop luego de que ésta tuviese un ataque de histeria y se negara a devolver los niños a los enviados de
Federline.
En aquel momento,
Spears, de 26 años, salió de su casa en camilla y fue hospitalizada durante dos días.
El incidente en enero que llevó a la hospitalización de
Britney hizo que
Gordon suspendiera sus derechos de visita a los niños hasta la audiencia del lunes, a la que según expertos legales era vital que
Spears asistiera.
"Estoy asustada. Quiero volver a mi auto", habría dicho la cantante frente a los tribunales, según informó el Daily Mail en su edición digital.
Pero lo más bizarro fue que no corrió a su casa o a refugiarse con su familia: luciendo un corto vestido de encaje blanco, fue junto a su nuevo novio británico a una iglesia en la que permaneció sólo cinco minutos, para después volver a escapar, siempre seguida por los fotógrafos.
El abogado de
Federline,
Mark Vincent Kaplan, indicó frente al juzgado que a su representado le gustaría
"un día podría educar a esos dos niños junto a la madre".
Señaló además que no se precisaba la presencia de
Spears en la audiencia, y que su breve aparición frente al edificio no afectaba a la decisión del juez, que tomó declaración a cinco testigos.