En el juicio que se llevó a cabo por el accidente de tránsito que protagonizó durante el mes de junio pasado,
Lindsay Lohan llegó a un acuerdo con los fiscales: la actriz deberá pasar 90 días en un centro de rehablitación cerrado, cumplir con 30 días de trabajo comunitario y someterse a una psicoterapia por 18 meses.
Si bien en esta ocasión decidió no insistir en probar su inocencia, la polémica joven tampoco fue declarada culpable.
A pesar de que la ley dice que hay 5 días obligatorios de cárcel por manejo peligroso, los días de rehabilitación forzosa contarán como reemplazo. Además, Lilo deberá mantenerse alejada de las drogas ya que la someterán a constantes exámenes médicos para corroborar que cumpla con su palabra de no consumir sustancias ilegales.
Finalmente, tras terminar con el juicio, la jueza a cargo le aconsejó: “No maneje”.