No todo serían rosas y flores en la residencia real del
Príncipe William y
Kate Middleton. La última admonición de la duquesa de Cambridge a su joven esposo parece que fue: "
Basta de fiestas locas con amigos, si lo, haces otra vez, divorcio". Por esta razón, el portavoz oficial del palacio de Kensington no emitió ningún mensaje enrelación al cumpleaños de William.
La razón hay que buscarlo en las imágenes que circularon el pasado invierno, cuando el príncipe Guillermo, de vacaciones con algunos amigos, fue pillado en una noche de borrachera, mientras flirteaba con algunas desconocidas. Según informa un sitio británico, el príncipe pasó su último cumpleaños (21 de junio) "
en paz con su esposa y sus dos hijos".
La última cosa que quiere Kate es que William sea fotografiado borracho de nuevo, como sucedió hace unos meses cuando estuvo solo de vacaciones en Suiza con los amigos: "
Por más que le guste divertirse con amigos, ya no puede hacerlo, después de todo, es el futuro rey de Inglaterra y padre de dos hijos."