Violación a las leyes sobre el tráfico de drogas y muerte por negligencia: éstas son las acusaciones que pesan sobre la cabeza de
Jim Carrey: el actor fue demandado en la corte de Los Ángeles, por haber procurado ilegalmente medicamentos para su ex novia,
Cathriona White. Fármacos que, eventualmente, causaron la muerte de la joven, el año pasado.
Quien denuncia a Carrey es el ex marido de la mujer, según el cual el actor habría utilizado su fortuna y fama para adquirir drogas que debían ser vendidos sólo bajo prescripción médica. De acuerdo con el médico que realizó la autopsia, la mujer de treinta años, habría muerto por una combinación de Ambien, propranolol y Percocet.
Pero habría algo peor. Siempre según la reconstrucción del ex esposo
Mark Burton, Carrey -que tenía una relación intermitente con la mujer, y siempre dijo que había roto con ella unos días antes de su muerte- también trató de disimular su implicancia en el caso, enviando un mensaje falso a
White, el día antes que su cuerpo fuera encontrado, preguntándole qué había pasado con los fármacos.
Carrey, de acuerdo con Burton, tenía un control obsesivo sobre la mujer: la vigilaba constantemente, incluso utilizando cámaras de vigilancia para controlar sus movimientos. La acción legal busca un resarcimiento por daños y el reembolso de los gastos funerarios y legales, pero no se especifica la cantidad exacta.