Camilo Cienfuegos

En 1955 participó en varias manifestaciones contra el Gobierno, y una de ellos fue herido de consideración. También descubrió que la policía lo había registrado y que no podía encontrar trabajo. Decidió viajar de vuelta a América del Norte, pero tuvo dificultades para sobrevivir, se fue a México. Luego de residir allí, entró en contacto con los revolucionarios que habían huído de Cuba, que se organizaron bajo el liderazgo de Fidel Castro.

En diciembre de 1956, en la provincia de Granma, combatió junto a las tropas rebeldes de Fulgencio Batista; al finalizar el año, los rebeldes lograron dominar Sierra Maestra. Por sus méritos personales fue ascendido a Teniente. En la batalla de Pino del Agua cayó herido de gravedad en el vientre y el muslo, pero después de un tiempo de recuperación continuó participando en acciones revolucionarias. El 31 de marzo del año siguiente dejó la Sierra Maestra y recurrió a Bayamo para hostigar y atacar a los soldados de Batista. En abril de 1958, fue ascendido a Comandante y estaba bajo su responsabilidad la totalidad de Bayamo, Manzanillo y Las Tunas.

En agosto de ese año, se desarrolló una gran ofensiva y las tropas comandadas por Camilo Cienfuegos, al lado del Che Guevara, fueron acusadas de invadir el oeste de la isla. Después de pasar muchas penalidades, la columna logró llegar a Las Villas (ahora Villa Clara), Majajigua y Yaguajay, desplazando a las fuerzas de Batista y persiguiéndolas hasta su derrota. 

Unos días más tarde recibió la orden de ir a La Habana y tomar los campamentos de La Cabaña y Columbia; luego Cienfuegos asumió el mando de todas las fuerzas revolucionarias cubanas. Cuando llegó a La Habana se enteró de la traición del Comandante Hubert Matos y cumplió la orden de detenerlo. Más tarde se requirió su presencia en Camagüey para organizar y asegurar la unión de todas las fuerzas revolucionarias de esa provincia. 

El 28 de octubre de 1959 desapareció el avión en que viajaba de regreso a La Habana. La búsqueda fue inútil; el 12 de noviembre, el primer ministro del gobierno revolucionario informó oficialmente su desaparición. Según sus biógrafos, Camilo Cienfuegos era un hombre de gran coraje y valentía, sencillo, amistoso y de buen humor; su espíritu recogió indudablemente lo mejor de la revolución cubana en su etapa inicial.