Friedrich Heinrich Jacobi, nacido el 25 de enero de 1743, en Düsseldorf, ducado de Berg, fue un filósofo alemán, gran exponente de la filosofía del sentimiento (Gefühlsphilosophie) y un destacado crítico del racionalismo, especialmente como propugnado por
Baruch Spinoza.
Al suceder a su padre como jefe de una fábrica de azúcar en 1764, Jacobi se unió al consejo de gobierno de los ducados de Jülich y Berg (1772). Con el poeta alemán Christoph Wieland, fundó (1773) el periódico Der Teutsche Mercur, en el que publicó parte de su novela filosófica Allwills Papiere (Los papeles de Allwill) (1776) y parte de otra novela, Woldemar: ein Seltenheit aus der Naturgeschichte (1777; "Woldemar: una rareza de la historia natural"). En 1779 se convirtió en consejero privado de la corte bávara y al año siguiente conoció al escritor alemán Gotthold Lessing.
Después de que Lessing le dijera que solo conocía la filosofía de Spinoza,
Jacobi comenzó a estudiar el spinozismo. Encontrando repulsivo su enfoque racionalista, lo denunció en
Über die Lehre des Spinoza, en Briefen an den Herrn Moses Mendelssohn (1785; "Cartas a M. Mendelssohn sobre la doctrina de Spinoza"). Con otros pensadores de la Ilustración, Mendelssohn atacó la noción de creencia de Jacobi como oscurantista.
Jacobi respondió en
David Hume über den Glauben, o Idealismus und Realismus (1787, "David Hume sobre la creencia, o el idealismo y el realismo"), demostrando que su concepto de creencia no era diferente del sostenido por filósofos tan avanzados como
David Hume.
Para Jacobi, la creencia significaba una convicción inmediata, no solo de la realidad de la experiencia de los sentidos, sino también de las verdades presentes en el corazón o en el espíritu del hombre. Descartando específicamente cualquier intención de construir un sistema filosófico que habría requerido el uso estricto de la razón, Jacobi sostuvo que las verdades sentidas se pondrían en peligro al someterlas a procesos mentales.
En 1794
Jacobi se mudó de su casa en Pempelfort a Hamburgo para evitar los ejércitos revolucionarios franceses, y en 1799 detalló sus puntos de vista teístas en
Jacobi a Fichte. Tres años más tarde criticó duramente a
Immanuel Kant en su
Über das Unternehmen des Kritizismus die Vernunft zu Verstande zu bringen ("Sobre la empresa del criticismo de reducir la razón a entendimiento"). Kant había creado un dualismo de sensibilidad y comprensión que negaba la posibilidad de que la mente humana, limitada y atada a los sentidos, entendiera los fenómenos trascendentes, pero
Jacobi defendía una intuición intelectual que comenzaba en los sentimientos y daba como resultado la fé. Debido a que no limitó su concepto de conocimiento a los procesos racionales de la mente, no consideró necesario negar, como lo hizo Kant, la posibilidad de conocer a Dios.
Después de viajar durante cuatro años, Jacobi se estableció en Munich (1805), donde se desempeñó como presidente de la Academia de Ciencias de Baviera (1807-12). Falleció en dicha ciudad alemana el 10 de marzo de 1819.