Gilberto Freyre

Su padre, un profesor universitario, era un gran admirador de las tradiciones anglosajonas y, después de enseñar inglés a su hijo, lo inscribió en una escuela de misioneros Bautistas dirigida por estadounidenses. La inteligencia de Freyre y su conversión al protestantismo, llevaron a sus profesores a conseguirle una becapara estudiar en la Universidad Baylor en Waco, Texas.

Después de su graduación Freyre se dirigió a la Universidad de Columbia, donde perdió su religión, pero adquirió un nuevo entusiasmo: la antropología cultural. Franz Boas tuvo una influencia especialmente profunda sobre él y, como su discípulo, Freyre aprendió que la mezcla de razas, en lugar de ser la causa de la falta de desarrollo de Brasil (como era enseñada por los por entonces prominentes darwinistas sociales) era probablemente su mayor logro, mientras que los factores sociales y culturales, especialmente la esclavitud, podrían ser responsable del retraso del país. Freyre también quedó en ese momento cautivado por la posibilidad de interpretar a Brasil mirando a su pasado. Su tesis de maestría sobre la vida social en Brasil a mediados del siglo XIX fue publicado en inglés inmediatamente después de haber sido completada.

Después de un año de viajar por Europa, Freyre regresó lleno de nuevas ideas a Brasil. Una de ellas era sobre la importancia de la diferenciación regional dentro de un país tan grande como Brasil. Según su visión, sólo aprovechando las ricas tradiciones locales (desde la arquitectura al arte culinario) los brasileños podrían mantener su identidad de cara al alienante mundo moderno. Con esto en mente, organizó una Conferencia Regionalista en Recife en 1925 y alentó el desarrollo de novelistas, poetas y artistas locales.

En una visita posterior a los Estados Unidos, Freyre viajó por el sur, notando sus similitudes con su propio noreste brasileño, y comenzó a elaborar una amplia tesis respecto a los orígenes patriarcales de la organización social de Brasil. En 1933 publicó Casa Grande e Senzala, en el que presentó este marco conceptual, ilustrándolo profusamente con documentación primaria. Describió esencialmente la relación entre los colonizadores portugueses y sus esclavos africanos. Escribía en un estilo personal que a veces era repetitivo y siempre desorganizado, pero extremadamente efectivoa en la evocación de un estado de ánimo. 

En cierto modo Freyre tendía a idealizar la relación paternalista entre amos y esclavos, y esto le valió severas críticas. Sin embargo, el libro y su autor obtuvieron reconocimiento internacional, dando a todos los brasileños un sentido de identidad nacional y de pertenencia. También convirtió a Freyre en una palabra familiar entre los brasileños instruidos.

Freyre fue nombrado en una cátedra de sociología en la Universidad de Brasil y en 1936 publicó Sobrados e Mucambos, una secuela de su anterior libro de 1933. Un tercer trabajo de la misma serie, Ordem e Progresso, se publicó en 1959. Además escribió extensamente sobre temas sociológicos y socio-históricos e incluso publicó una novela y un libro de poesía. Freyre fue el principal motor en el primer Congreso de Estudios Afro-Brasileños de 1934.

Tendría unos sesenta años, cuando se volvió a la ficción y publicó su primera novela, Doã Sinhá e o filho padre, luego traducida como Madre e hijo. Sus regulares columnas en varios periódicos brasileños posteriormente adquirieron un tono muy conservador. Aunque es fácil estar en desacuerdo con él hoy en día, sus críticos a veces olvidan su éxito en expulsar las teorías racistas de prominencia en Brasil en el mismo momento en que estaban tomando sus proporciones más siniestras en Europa.

Freyre continuó escribiendo y dando conferencias pasados los ochenta años. Fue bien reconocido por los estudiosos de América y Europa como sociólogo, político y escritor. Por otra parte, ha sido reconocido como el intelectual más influyente de Brasil este siglo. Freyre murió el 18 de julio de 1987, en Recife. Tenía 87 años.