José Martí

Reconocido político cubano, nació en la calle Paula N° 41 en La Habana, capital de Cuba, el 28 de enero de 1853 y falleció en la localidad de Dos Ríos, Cuba, el 19 de mayo de 1895.  Además de haberse destacado como político de orientación liberal, sobresalió como pensador, filósofo, periodista y poeta, dentro del movimiento literario del modernismo. Fue también el creador del Partido Revolucionario Cubano y el líder de la Guerra del 95, llamada también Guerra Necesaria.

Era hijo de Mariano Martí de Valencia y Leonor Pérez Cabrera, oriunda de Tenerife, Islas Canarias y fue bautizado con el nombre de José Julián Martí Pérez.

Entra al Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana en 1866 inscribiéndose además en la clase de dibujo elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana, que era más conocida con el nombre de San Alejandro.

El 21 de octubre de 1869 Martí en compañía de su amigo Fermín Valdés Domínguez, es arrestado y conducido a la cárcel, acusado de traición por haber escrito una carta a su compañero Carlos Castro y Castro que se había alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los partidarios de la independencia y al que calificaban como apóstata.

Aun cuando la pena inicial era de cárcel por seis años, el castigo es conmutado por el destierro a la Isla de Pinos, que en la actualidad lleva el nombre de Isla de la Juventud, y queda al suroeste de la propia Cuba, adonde llega el 13 de octubre de 1870. Sus padres realizan gestiones con el gobierno y consiguen que lo regresen a La Habana el 18 de diciembre para luego ser deportado a España el 15 de enero de 1871.

Aprovechando el destierro, logra titularse como Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras, estudiando en las universidades de Madrid y de Zaragoza.

Pasa un breve tiempo en París y en Nueva York y finalmente llega a Veracruz, México, el 8 de febrero de 1875 en donde logra volver a reunirse con su familia. Es en este país donde establece relaciones con Manuel Mercado y con Carmen Zayas Bazán, a quien llamaría en uno de sus poemas, la cubana de Camagüey y quien después sería su esposa.

El 1877 pasa una corta temporada en La Habana como incógnito, con el nombre falso de Julián Pérez, pero se traslada a Guatemala donde es catedrático de literatura e historia de filosofía en la Escuela Normal Central y ese mismo año regresa a México para contraer matrimonio con Carmen, pero vuelve a Guatemala en 1878.

Al terminar lo que se llamó la Guerra de los 10 años, regresa a La Habana el 31 de agosto de 1878 y el 22 de noviembre nace su único hijo José Francisco y a la vez inicia sus trabajos conspirativos fundando con otras personas el Club Central Revolucionario Cubano, llegando a se vicepresidente en 1879.

Un año más tarde, entre el 24 y 26 de agosto de 1879, se produce un nuevo levantamiento y Martí es detenido en septiembre y deportado nuevamente  a España por tener relación con lo que se llamó como la Guerra Chiquita. Logra llevarse a su esposa e hijo hasta marzo de 1880 hasta finales de octubre de ese mismo año cuando ellos regresan a Cuba.

En la década entre 1880 y 1890 se destacó como periodista en América, escribiendo artículos para importantes periódicos de Argentina, México, Venezuela, enviándolos desde Nueva York y desde Caracas, pero también trabajó como editor y traductor para la editorial Appleton.

Finalmente en 1882 se decide a organizar a los revolucionarios cubanos, que estaban a favor de la independencia de Cuba de España y se reúne con los líderes ese movimiento Máximo Gómez Báez y Antonio Maceo, de quienes luego se distancia por desacuerdos con los métodos de dirección, pero continuó con su proyecto creando la Comisión Ejecutiva y redactando las bases y los estatutos del partido Revolucionario Cubano. Se dedicó a viajar por América en la búsqueda de apoyo y recursos para la causa durante 1893 y 1894. Se desempeñó como cónsul de Uruguay mientras vivía en Nueva York.

Regresa a Cuba el 11 de abril de 1895 para iniciar la guerra de independencia y unirse a los revolucionarios que permanecían en la isla y a finales de mayo se enfrentan a los españoles, pero al separarse del grupo es atacado por un batallón que permanecía oculto en los matorrales siendo alcanzado por varios disparos que le causaron heridas muy graves, que le ocasionaron la muerte. Después de varios días en los que los soldados cubanos no podían rescatar su cadáver, fue enterrado el 27 de mayo de 1985 en Santiago de Cuba.