Ludwig Eduard Boltzmann, físico austriaco nacido en Viena el 20 de febrero de 1844, propuso una discusión fundamental de la teoría cinética de los gases, de acuerdo con los métodos de la física mecánica estadística. Estableció las bases de la teoría Cuántica de la materia e introdujo la constante de Boltzmann.
Completó sus estudios en Linz y en la Universidad de Viena, enseñando, desde 1896, física matemática en la Universidad de Graz. Allí trabajó con Helmholtz y Kirchhoff, ocupando desde 1876 hasta 1890 la cátedra de física experimental.
Alrededor de 1870 publicó una serie de obras en las que se establece un vínculo claro y preciso entre la energía que posee un gas y su temperatura absoluta, proporcionando una definición más general de la entropía. Este resultado le permitió superar las aparentes paradojas de la segunda ley de la termodinámica y de dar una explicación sobre base microscópica.
En colaboración con Joseph Stefan se ocupó del espectro del cuerpo negro y formuló la ley, conocida como "Stefan-Boltzmann," que establece que la energía total radiada por un cuerpo negro, una superficie ideal que absorbe toda la radiación incidente, es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura absoluta.
Según las convicciones filosóficas más arraigadas, los fenómenos naturales se comportan de un modo tal que hay una evidente distinción entre el pasado y el futuro. De hecho, en una de sus famosas declaraciones, se enuncia claramente este concepto: "Ahora, si el mundo de la naturaleza está hecha de átomos, y también nosotros estamos hechos de átomos y obedecemos las leyes de la física, la interpretación más obvia de esta clara distinción entre el pasado y el futuro y de esta irreversibilidad de todos los fenómenos, sería que algunas de las leyes del movimiento de los átomos van en una sola dirección, y no en ambas".
Estas creencias típicas del siglo XIX del científico austríaco, se pueden añadir, para completar el cuadro, a las relativas a la cosmología y el estudio del Universo. El punto de partida está representado por el llamado "asunto copernicano", es decir, la suposición de que en realidad no observamos el universo desde el exterior, sino desde un punto particular.
El origen moderno de la discusión sobre multiuniversos comienza precisamente por la pregunta planteada por Fitzgerald, junto con otros físicos británicos, a Ludwig Boltzmann. De acuerdo con las leyes de la distribución de Boltzmann- Maxwell , de hecho, el universo debería ir hacia a un estado de equilibrio termodinámico. ¿Por qué entonces el sol y las estrellas nos muestran que estamos en un universo que está lejos de la muerte térmica?
La respuesta dada por Boltzmann, fue que el problema se resuelve suponiendo una fluctuación (en otras palabras, el universo no es homogéneo). Vivimos en una región determinada (un universo aislado) que está lejos del equilibrio termodinámico, pero otras regiones podrían encontrarse en este estado.
En el debate de nuestro tiempo, la solución dada por Boltzmann es considerada por más de un modelo cosmológico. Para las diferentes teorías de la inflación, propuestas con el fin de resolver ciertos problemas dentro de la teoría del Big Bang (y especialmente en la inflación caótica de Linde), la idea de los multiuniversos se convierte en una solución necesaria. También se utiliza en la física de la singularidad y de los agujeros negros, que no serían más que puertas de acceso a otros universos.
El trabajo de Boltzmann, muy controvertido por los científicos de la época, fue confirmada en gran parte por datos experimentales, poco después de su suicidio, el 5 de setiembre de 1906.