Mientras cenaba junto a su novia, la modelo
Miranda Kerr, y algunos amigos en un restaurante de Las Vegas, a
Orlando Bloom le mancharon accidentalmente la camisa, por lo que, luego de quejarse por el incidente, el actor pidió a uno de sus amigos que llamara a una tienda cercana para conseguirle camisas limpias.
Una vez que le trajeron la nueva ropa, el actor no tuvo problema en quitarse la prenda manchada para ponerse la limpia en medio del lugar, llamado aún más la atención de la gente.
Concluída la cena,
Bloom se retiró junto con
Kerr del lugar, todavía mostrándose un tanto fastidioso.