Luego de la crisis matrimonial acontecida en septiembre del año pasado, cuando se dio a conocer el hecho de que
Ashton Kutcher había sido infiel a su esposa,
Demi Moore, y el posterior anuncio de divorcio, la famosa actriz entró en una grave depresión.
A la misma se le sumó el hecho de que a la artista le ha costado coseguir papeles cinematográficos en los últimos años, ya que, si bien a pesar de sus 49 años se mantiene en excelente estado, cierto es que los productores de Hollywood prefieren a las mujeres más jóvenes, y a consecuencia de esto, Demi comenzó también a sufrir trastornos alimenticios y una recaída en las drogas.
La gota que rebalsó el vaso fue cuando, hacia finales de enero, la morocha fue encontrada en estado incosciente dentro de su casa por haber ingerido sustancias ilícitas, por lo que debió ser internada de urgencia y posteriormente, ingresó de manera voluntaria a un centro de rehabilitación en el que estuvieron otras famosas como
Eva Mendes o
Lindsay Lohan.
Por casi un mes entero, Moore estuvo en rehabilitación, pero según una fuente cercana a la actriz, Demi progresaba hasta que Ashton fue a verla y luego empezó a tener distintas novedades de él, como que había rehecho su vida amorosa: "
Le cuesta admitir que salga con otra mujer", indicó una amiga, citada la revista Grazia en su edición británica.
Y a pesar de que la protagonista de "Ghost, más allá del amor" intenta una y otra vez acercarse a él, Ashton está saliendo desde hace unas semanas con Lorene Scafaria, una morena más joven que la actriz: "
Demi todavía no lo ha olvidado. En estos momentos su estado de ánimo depende de las respuestas a las llamadas de teléfono y los mensajes de texto que Demi le envía. Si Ashton no responde en un par de horas o parece distante en un mensaje, empieza a volverse loca. No lo quiere admitir, pero sigue completamente enamorada de él y está claro que quiere que vuelva con ella", concluyó la fuente.