El imperdonable error del domingo por la noche en el escenario del Teatro Dolby en Los Ángeles, con el intercambio de sobres y el error en la lectura de la película ganadora del Oscar a la mejor película, no es el primero en los 89 años del evento. Desde los errores en la década de 1930, hasta la caída de
Jennifer Lawrence, lo inesperado está siempre a la vuelta de la esquina.
En su sexta edición, en 1934, la víctima fue
Frank Capra. Al abrir el sobre al mejor director, el presentador - que ese año fue
Will Rogers - dijo un pequeño discurso en el que explicó que había "
visto crecer" al artista que sería premiado. "
Ven a recibir el premio, Frank!", invitó. Capra, candidato por "
Dama por un día" se levantó de su silla y se dirigió hacia el escenario, sólo para darse cuenta que el reflector apuntaba a otro Frank, el director Frank Lloyd, director de "
Cabalgata" y ganador finalmente del Oscar a la mejor dirección. Fue el mismo Capra quien contó la historia en su autobiografía, en la que definió la caminata hacia el escenario como "
la más larga, perturbadora y triste" de su vida.
Otro episodio que dejó a todos con la boca abierta sucedió en 1937 cuando Alice Brady ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto. Pero quien subió al escenario fue un hombre que dijo retirar el premio en nombre de la actriz. Sólo después de que se supo que el hombre era un ladrón. Otra metida de pata firmada por la Academia se remonta a 1938, cuando la estatua entregada a
Spencer Tracy al mejor actor estaba grabada con el nombre de "
Dick Tracy".
Los más recientes reveses en el escenario de los Oscar de los últimos años: en 2009 el vestido de
Beyoncé no estaba bien ajustado y dejó entrever un seno; en 2013 fue
Jennifer Lawrence quien terminó en el suelo al tropezar con su vestido mientras se preparaba para recibir el premio a la mejor actriz por "
El lado bueno de las cosas".