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Despacito", el fenómeno mundial recientemente elegido
canción más escuchada en streaming desde siempre, está en el centro de una controversia política. El presidente de Venezuela Nicolás Maduro la está utilizando de hecho como una promoción de su campaña para la Asamblea Constituyente, prevista para este domingo.
Quien no se lo tomó a bien fue
Luis Fonsi, el cantante puertorriqueño autor del exitoso hit latino, que en un largo post en las redes dijo que estaba decepcionado por el uso político de su texto, en especial "
en una situación deplorable como la de Venezuela". "
Mi música - explica Fonsi -
está hecha para todos los que quieran escucharla y disfrutarla, no debe ser utilizado como propaganda para manipular la voluntad de un pueblo que clama por su libertad y un futuro mejor.#sosvenezuela #yoestoyconvenezuela", concluyó el cantante.
Daddy Yankee por su parte, co-creador de la éxitosa canción, se distanció, a través de las redes sociales, de la operación del presidente venezolano: "
¿Qué podemos esperar - escribió a sus 16 millones de seguidores en Instagram - d
e una persona que robó tantas vidas de jóvenes soñadores y de un pueblo que busca un futuro mejor para sus hijos? Que te hayas ilegalmente apropiado de una canción no se puede comparar con los delitos que cometes, y que has cometido en Venezuela. Su régimen dictatorial es una broma, no sólo para mis hermanos venezolanos, sino para todo el mundo".