Voz y sensualidad, gran parte del éxito de
Rihanna se encuentra en su belleza, pero la artista se está disociando de su imagen de icono sexy como lo confirma su compromiso cada vez más creciente con el rol de embajadora de Unicef. Una actividad que la llevará a Senegal a principios de febrero, para promover el derecho a la educación.
Una misión encomiable, pero no todos creen que esto sea buena y correcta. El grupo islámico anti-Franco-Maçons definió a la cantante como una "
persona indeseada" ya que "
forma parte de un plan diabólico para convertir al país en un centro de perversión global".
En resumen, Rihanna sería la personificación de vicios y perversiones, una persona para mantener alejada y sin duda inadecuado para ocuparse de educación: "
La gente de Senegal se preguntáa cómo una figura como Rihanna puede contribuir a la educación de nuestros hijos" dijo un portavoz del grupo en una nota enviada a la prensa.
Serigne Mbaye Thiam, Ministro de Educación, intentó sofocar la controversia, pero la cuestión aún no se resolvió.