Manuel Azaña

Manuel Azaña Díaz nació el día 10 de enero del año 1880 en la localidad de Alcalá de Henares, en la provincia de Madrid.

Nació en el seno de una familia bien aposentada económicamente, cuyos miembros estaban  muy introducidos en política, así como en los ambientes intelectuales. Sus padres fueron Esteban Azaña Catarinéu, que llegó a ser alcalde de Alcalá de Henares, y María Josefina Díaz-Gallo Muguruza.

Sus padres murieron prematuramente, y Manuel fue criado por su tío y su abuela. En casa de ésta empezó su afición a la lectura. Terminados sus estudios secundarios, se matricula en el Real Colegio de Estudios Superiores María Cristina, en El Escorial, para cursar la carrera de Derecho. En el año 1897 sufre una crisis y decide continuar los estudios por su cuenta.

En aquella época, junto a unos amigos, fundan la revista “Brisas del Henares”, donde empieza a escribir artículos, y en el año 1898 se examina en la Universidad de Zaragoza, obteniendo el título de Derecho con sobresaliente.

En 1898 empieza a cursar el Doctorado en la Universidad Central de Madrid, presentando su tesis en 1900 y obteniendo también el doctorado con sobresaliente. Al mismo tiempo empezó a trabajar en un bufete de abogados, donde trabó amistad con Niceto Alcalá Zamora.

En 1901 empieza a hacer artículos para la revista “Gente Vieja”. En 1903 tiene que volver a Alcalá para hacerse cargo de los negocios familiares, y allí colabora en la revista “La Avispa”.

En 1909, debido al fracaso de los negocios familiares, oposita a Auxiliar de Registros y Notariado, consiguiendo el puesto número uno. Va ascendiendo dentro de este cuerpo, aunque no deja de escribir artículos y de realizar otras actividades intelectuales, como conferencias.

En el año 1911 pide una ayuda económica que le es concedida, para viajar a París y estudiar Derecho Civil del vecino país francés. Allí asiste a mítines políticos, y sigue enviando artículos a España.

En 1912 regresa, y al año siguiente podemos decir que empieza su actividad política, apoyando de manera clara al Partido Reformista, al que se afilia, reclamando la necesidad de un estado laico y una democracia parlamentaria, e insistiendo mucho en la necesidad de acabar con el caciquismo, tan extendido en España.

Durante la I Guerra Mundial, Azaña desarrolla un gran número de actividades para apoyar a los aliados.

En el año 1923, la Dictadura de Primo de Rivera lleva a Azaña a romper con el Partido Reformista, al creer que su doctrina no podría poner fin a la situación, identificando siempre la república con la democracia. Al siguiente año publica “Apelación a la República”, un manifiesto que no obtiene muchas adhesiones.

Funda entonces Acción Republicana, y forma parte del Pacto de San Sebastián, creado para derrocar a la monarquía. En esta época sigue escribiendo, y publica sus obras “El jardín de los frailes” o “Ensayos sobre Valera”.

Con la proclamación de la República en el año 1931 pasa a formar parte del Gobierno Provisional como Ministro de Guerra, y poco después asume la Presidencia del Consejo de Ministros. Azaña impulsó entonces un amplio programa de reformas que favorecían a las clases más humildes, y concedió la autonomía a Cataluña, lo cual le enfrentó a los conservadores.

Debido a unos trágicos acontecimientos ocurridos en Casas Viejas, el prestigio de Azaña se pone en entredicho y tiene que dimitir. En 1933 pierde las elecciones, que gana la derecha.

En 1934 forma Izquierda Republicana, que realiza una campaña de oposición al gobierno muy eficiente. La ascensión de Gil Robles es interpretada como un triunfo del fascismo, y Azaña se integra, junto con todas las fuerzas de izquierda, en un Frente Popular.

Dicha formación gana las elecciones en el año 1936, y Azaña es elegido Presidente del Gobierno, continuando con su programa reformista.

El inicio de la Guerra Civil y la victoria del bando fascista hacen que Azaña se exilie a Francia, renunciando a la jefatura del Gobierno.

Decide concentrarse entonces en sus actividades intelectuales, escribiendo obras como “Los cuadernos de La Pobleta” o “La velada en Benicarló”.

Aquejado de una enfermedad coronaria, Manuel Azaña falleció el día 3 de noviembre de 1940 en la localidad de Montauban, en Francia.