El emperador bizantino
Basilio I, también conocido como
Basilio el Macedonio, gobernó desde el año 867 hasta el 886. A pesar de su desagradable ascenso al poder, fue un talentoso hombre de Estado que le dio al imperio nuevo vigor y comenzó su dinastía más duradera.
De padres armenios, Basilio Augusto nació en Tracia (hoy Turquía). Según una tradición, fue llevado en cautiverio por los búlgaros, mientras era un bebé; escapó a los 20 años, buscó fortuna en Constantinopla y entró al servicio de un pariente del César Bardas, tío e influyente guía del emperador Miguel III. Alrededor del año 858 Basilio atrajo la atención del emperador por su gran fuerza física y su modo de tratar a los caballos. Ascendió rápidamente a altos rangos, se convirtió en un valioso compañero de Miguel, y en un arreglo de conveniencia se casó con la amante del emperador.
La influencia de Basilio creció, y su ambición se encendió. En mayo de 866 Miguel lo proclamó co-emperador. Supuestamente a causa de la incapacidad de Miguel, pero al parecer más por miedo de sus caprichos, Basilio mató a su benefactor, el 24 de septiembre de 867, y se apoderó del trono. También depuso al gran patriarca Focio, por entonces envuelto en una lucha con el papado, que dividía profundamente los sentimientos hacia la Iglesia en el Imperio bizantino.
A pesar de su oportunismo y despiadada brutalidad, Basilio demostró una real capacidad y una elevada responsabilidad de sus funciones. A pesar de haber sustituido a Focio, acató sus políticas para independizar de Roma a la Iglesia oriental y para lograr una orientación Bizantina de la nueva Iglesia búlgara reciéntemente convertida. Más tarde se reconcilió con Focio y lo restauró en el patriarcado en 877.
Activo como constructor y mecenas, Basilio tuvo su mayor logro interno al iniciar una reforma del sistema legal, que abrió una brillante y nueva etapa en la extensión bizantina del Derecho Romano vigente.
El reinado de Basilio fue militarmente activo. Alrededor del 870 sus fuerzas acabaron con la secta herética de los paulicianos, cuyas fuerzas habían debilitado las fronteras orientales. Sus ejércitos también expulsaron con éxito a los árabes, dando comienzo . al gran impulso que los bizantinos desarrollarían en el siguiente siglo, para la reconquista territorial. La flota de Basilio restableció la autoridad bizantina en Dalmacia, y envió al general Nicéforo Focas (el Viejo) a Italia inaugurando una nueva era en la recuperación bizantina de los territorios del sur de la península.
Decidido a establecer a su familia en el trono, Basilio nombró a sus tres hijos mayores sus co-emperadores. Pero en el año 879 Constantino, el mayor y el favorito de Basilio, murió, quedando el monarca destrozado emocionalmente y mentalmente trastornado. Cada vez más manipulado por Focio y alienado por su heredero Leo, Basilio murió el 29 de agosto de 886, según se dijo, en un accidente de caza.