Maximiliano María Kolbe nació en Zdunska-Wola en el centro de Polonia el 8 de enero de 1894. El día de su nacimiento fue bautizado con el nombre de
Rajmund. Asistió a la escuela primaria en la ciudad de Pabianice y, desde temprana edad, comenzó a sentir una fuerte vocación por la vida religiosa, un fuerte llamado que lo ligó principalmente a la fe por la Virgen María. En 1907 entró en el seminario de los Frailes Menores Conventuales de Lviv, donde comprendió que la orden que mejor se adaptaba a su vocación era la fundada por San Francisco de Asís.
El 4 de septiembre de 1910 comenzó el noviciado para unirse a las filas de los franciscanos con el nombre de Maximiliano. Para completar su preparación religiosa y teológica se trasladó a Roma, donde permaneció desde 1912 hasta 1919 en el Colegio Seráfico de la Orden Franciscana Internacional. Tomó los votos solemnes en 1914 con el nombre de Maximiliano María. Mientras tanto continuó estudiando y se graduó primero en filosofía en 1915 y luego en teología en 1919. Celebró la primera misa en 1918 en la iglesia romana de Sant'Andrea delle Frate, conocida por la aparición de la Virgen Inmaculada a Alfonso Ratisbona.
El padre Kolbe se sentía tan involucrado con su orden y la vida eclesiástica, que quizo dar vida a una práctica de renovación. Impulsado por la enorme fe en la Virgen Inmaculada, fundó el 16 de octubre 1917 la Milicia de la Inmaculada, que se define con la abreviatura MI.
La milicia estableció su sede en Polonia después de la autorización del arzobispo de Cracovia para inscribirla y reclutar fieles. Durante este tiempo su salud se deterioró hasta el punto de que debía pasar, cada vez más a menudo, prolongadas estancias en el sanatorio de Zakopane, para curarse de la tuberculosis. Sin embargo, continuaba con su labor de reclutamiento de fieles, facilitada por la publicación, desde 1922, de la revista oficial de la MI: "El Caballero de la Inmaculada". La tirada inicial fue de sólo cinco mil ejemplares, pero alcanzaría el millón en 1938.
Las adhesiones llegaban numerosas, y Maximiliano María Kolbe estableció en el convento de Grodno el centro de edición autónomo de su revista. En 1927 inició cerca de Varsovia la construcción de una ciudad-convento: la Niepokalanow (Ciudad de la Inmaculada). Esta ciudad-convento se conviertió en una verdadera comunidad franciscana, con un fuerte impacto vocacial que se transformó también en la necesidad de la evangelización. El padre Maximiliano Kolbe partió entonces a Japón en 1930.
Llegó a Nagasaki, donde construyó un convento-ciudad con el nombre de Jardín de la Inmaculada. Los resultados apostólicos fueron notables, registrándose muchas conversiones. Maximiliano comenzó a pensar en la fundación de varias Ciudades de la Inmaculada en todo el mundo, pero en 1936 se vio obligado a regresar a Polonia. En el período 1936-1939 la actividad de la MI alcanzó su punto culminante en 1937, en el 20° aniversario de la fundación de la orden, se creó en Roma la Dirección General.
Mientras tanto el nazismo comenzaba a ganar más y más poder y en el monasterio cercano a Varsovia, los frailes acogían prófugod y heridos tanto cristianos como judíos. El 19 de septiembre de 1939, la policía nazi encerró los frailes en el campo de Amtitz en Alemania. El padre Kolbe indujo a sus hermanos frailes a continuar su trabajo misionero en el campo y, en el mes de diciembre los hermanos lograron regresar al convento.
La nueva administración nazi, que asumió el poder en Polonia, estaba consciente del carisma de Maximiliano y la lealtad que había ganado de sus fieles en los últimos años; también su afirmación de que los seguidores de la MI estarían dispuestos a donar vida. Así que para detenerlo, la Gestapo lo incriminó con engaños. El 17 de febrero de 1941 Maximiliano Kolbe fue encarcelado en Pawiak y el 28 de mayo fue transferido al campo de concentración de Oswiipcim (Auschwitz), donde se lo registró con el número 16670 y fue obligado a transportar cadáveres.
A pesar de estar encerrado en ese horrible lugar, continuó su actividad religiosa aceptando abiertamente el sufrimiento y perdonando a sus verdugos.
A finales de julio de 1941, la fuga de uno de los presos provocó una represalia de los nazis, que seleccionaron a diez personas para dejarlas morir en el llamado búnker del hambre.
Cuando uno de los diez condenados, Franciszek Gajowniczek, se echó a llorar diciendo que tenía una familia esperándolo, Kolbe se ofreció a morir en su lugar. En una forma completamente inesperada, se le concedió el intercambio y fue encerrado con los otros nueve condenados en el búnker, sin comida ni agua. Después de dos semanas de esta tortura, Maximiliano y otros cuatro presos todavía estaban vivos. Pasaron esos quince días orando y cantando himnos a la Inmaculada.
El 14 de agosto de 1941, la víspera de la Asunción de María, el padre Maximiliano Kolbe murió en Auschwitz, asesinado con una inyección de ácido carbólico.
El Papa Pablo VI lo proclamó Beato el 17 de octubre de 1971; el 10 de octubre 1982, el Papa Juan Pablo II lo proclamó santo y mártir.