Salen a la luz las severas cláusulas que los hijos de la
duquesa de Alba impusieron a
Alfonso Díez para poder contraer matrimonio con su madre.
El documento contiene quince condiciones que
Alfonso debía suscribir para casarse con
Cayetana Fitz-James Stuart. En primer lugar y como era de suponer, renuncia a todas las posesiones de la duquesa, se establece separación de bienes, así como la renuncia a los títulos y honores, así como al usufructo que le pudiera corresponder como cónyuge supérstite, es decir tras el fallecimiento de su esposa. Pero además, también renunciaría a una pensión.
Alfonso Díez también estaría obligado a abandonar "
el domicilio conyugal, que se fija en el palacio de Dueñas, en Sevilla, si es requerido por su esposa o al fallecimiento de ésta".
Lo que sí autorizan los hijos es que pueda "
acompañar, atender y permanecer al lado de su mujer si ésta cae enferma, sufre algún tipo de minusvalía o no tiene capacidad de decidir".