Tal vez haya notado que el
Príncipe William nunca usa su anillo de bodas. Y hay una razón para ello, no se trata de esnobismo o el deseo de demostrar su libertad a toda costa: todo tiene que ver con la etiqueta de la corte. Una etiqueta que se refiere a los miembros masculinos de la familia real británica ya que desde siempre ha sido una prerrogativa de las mujeres llevar el anillo de bodas, los hombres comenzaron a hacerlo sólo desde la Segunda Guerra Mundial, en recuerdo de la mujer amada.
La familia real, sin embargo, no sigue esta tradición. O mejor dicho, algunos la siguen y otros no. Por ejemplo, el
Príncipe Carlos tiene la costumbre de llevar su anillo de bodas junto al anillo con el sello real, mientras que tanto el Duque de Cambridge como el Duque de Edimburgo no lo utilizan.
En realidad casi todos los hombres de la nobleza inglesa o de las clases altas tienden a no llevarlo. El hecho es que la tradición afirma que el hombre no debe llevar joyas. Incluso los relojes se cosideraban como joyas, y sólo recientemente han comenzado a utilizarlos; antes llevaban relojes de bolsillo.
No llevar el anillo de matrimonio es un clásico de la nobleza inglesa, aunque hay que decir que para la familia real existe una verdadera excepción en cuanto a la joyería: se trata del anillo de sello, que indica su rango y, por tanto, está permitido utilizarlo...