Harry Potter y la piedra filosofal

Harry Poter (Daniel Radcliffe) ha pasado sus primeros diez años de vida viviendo en el hueco de la escalera de la casa de sus tiránicos tíos Dursley: Vernon (Richard Griffiths), Petunia (Fiona Shaw); y su malcriado primo Dudley.

En los días que preceden a su undécimo cumpleaños, comienzan a llegar a la casa Dursley unas extrañas cartas dirigidas a Harry, escritas con tinta verde y entregadas por lechuzas.

Sus tíos hacen de todo por impedir que Harry reciba las cartas y deciden llevarlo a un lugar remoto y apartado, donde nadie pueda encontrarlo.

Pero allí es donde los encuentra el gigante Hagrid (Robbie Coltrane), furioso con los Dursley por haberle impedido a Harry leer las cartas y no haberle revelado la verdadera identidad de sus padres.

Harry siempre creyó que sus padres habían muerto en un accidente vial, según le habían contado sus tíos; sin embargo, Lily y James Potter eran dos potentes magos que perdieron la vida en un combate con un mago maligno, quien fue también el autor de la cicatriz en forma de rayo que Harry lleva en la frente.

Hagrid revela al muchacho que las misteriosas cartas eran una invitación para estudiar en la Escuela de Magia y Hechicería de Hogwarts.

Feliz por haber descubierto su verdadera identidad, Harry acepta concurrir a la escuela y se apresta a abordar el misterioso Hogwarts Express, el tren que parte de la plataforma 9 y ¾ de la estación King Cross en Londres.
En el tren conoce a sus nuevos amigos Hermione Granger (Emma Watson) y Ron Weasley (Rupert Grint).

Junto a ellos vivirá una maravillosa aventura en Hogwarts, donde finalmente encontrará el calor y el afecto que nunca había tenido.