El agente del FBI Stephen Broderick (Scott Glenn), está investigando el asesinato de dos niñas. Su hijo de 11 años, Jesse (Jesse Cameron-Glickenhaus), fanático de los ordenadores, encuentra una conexión entre estas muertes y una serie de crímenes sucedidos en los últimos años en Monument Valley. Entusiasmado con su hallazgo, Jesse empieza a indagar por su cuenta. El agente Broderick descubre demasiado tarde que el fervor de su hijo lo ha llevado a la mismísima boca del lobo, y ahora, además de capturar al asesino, deberá rescatar a su propio hijo. |