Con el transfondo histórico del fin del siglo XIX y la llegada del XX a Viena, la historia se inicia en 1918, con el pintor modernista Gustav Klimt (John Malkovich), postrado en su lecho mortal, mientras su discípulo le retrata y el pintor rememora diferentes momentos de su vida: la Exposición Internacional de París de 1900, donde recibe una medalla de oro por su obra titulada Filosofía, sus encuentros con el mago del cine Méliès, la misteriosa bailarina francesa Lea de Castro (Saffron Burrows) y el Secretario de Estado, una opresiva figura paterna que sigue al artista por toda la película como una sombra, y su amistad con otros ilustres vieneses de la época como el arquitecto Adolf Loos o el filósofo Ludwig Wittgenstein.
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