Luego de egresar de la escuela secundaria sin mayores méritos, decidió enrolarse en la
Universidad de Deusto.
Una vez finalizados sus estudios, se recibió como
Licenciado en Filosofía.
Durante este tiempo se desempeñó como caricaturista amateur, consiguiendo la oportunidad de que le publicaran algunos de sus cómics, pero sin llegar a nada muy importante.
No pasó mucho tiempo hasta que incursionó en el mundo de la televisión, más que nada como asistente de cámaras y todo ese tipo de trabajos que se delegan en quienes tienen menos experiencia.
Su llegada al mundo del cine fue más que nada producto de
Enrique Urbizu, quien lo invitó a trabajar como director artístico en su revolucionaria película en blanco y negro “
Todo por la Pasta”, estrenada en 1991.
Luego de desempeñar un papel similar en la producción de
Pablo Berger “
Mamá”,
De la Iglesia comenzó a mostrar toda su rebeldía e imaginación. Su primer corto se llamó “
Mirindas Asesinas”.
El meticuloso cuidado de los ambientes, la superposición del entorno para que el contexto se dirija hacia la intencionalidad del argumento y demás facultades, llamaron la atención de
Pedro Almodóvar.
De esta forma
El Deseo Films, la productora de
Almodóvar, decidió solventar los gastos de lo que fue el primer largometraje de
De la Iglesia: “
Acción Mutante”. La misma se estrenó en 1993.
A partir de ese insolente arranque dentro del cine español, el director comenzó a buscar la controversia y la discordia en cada una de sus películas, demostrándoles a los tradicionalistas que España tenía realmente mucho que dar en cuanto a lo audiovisual.
En 1995 nació “
El Día de la Bestia”, y de inmediato fue llevada a la gloria, principalmente por el público joven que asistió a sus funciones.
Tanto éxito tuvo, que mereció la entrega de
6 Premios Goya y lo dejó establecido como uno de los mejores directores del momento.
No sólo para
De la Iglesia fueron los honores, puesto que muchos admiradores se identificaron con el papel que jugó
Santiago Segura en la película, impulsándolo a él también al estrellato.
No pasó mucho tiempo para que
Álex siguiera con su ruedo y en 1997 se estrenó “
Perdita Durango”, a la que luego en 1999 le siguió "
Muertos de Risa".
Durante este período también incursionó en otro nicho de mercado que todavía no había podido explotar: la literatura. Su novela “
Payasos en la Lavadora” fue muy bien recibida.
Desde entonces, el cine de
De la Iglesia se ha convertido en un ícono de la cultura española, dotado de un humor negro perverso, casi agresivo, con una increíble forma de narrar la acción de una forma turbia que atrapa al espectador.
Con "
800 Balas", estrenada en el 2002, sentó nuevamente su capacidad para renovar y reinventar géneros que parecían muertos, como el clásico western de los 80´s.