Jair al-Din Barbarroja, también conocido como Haradin , Kaireddin y Cair Heddin, fue un corsario y almirante otomano, Dey de Argel y Tlemcen, así como Almirante de la Flota otomana, nacida en Mitilene, en 1466 aproximadamente y fallecido en Estambul en el año 1546.
Hijo del agha Yakup Aga y la griega Catalina, viuda de un sacerdote griego, fue llamado con el nombre de Hizir y tuvo dos hermanos: Elias y Aruj. Practicó desde muy temprana edad la guerra de corsarios en el archipiélago griego, hasta que las galeras de los Caballeros de Rodas pusieron fin a sus actividades a lo largo de la isla de Creta, y donde cayó asesinado su hermano Elías y su hermano Aruj fue hecho prisionero (1518).
Barbaroja sirvió luego en el equipo del Camali junto con su hermano Aruj. Cuando éstos se amotinaron en la galera, matando a uno de los propietarios, Barbaroja obtuvo el mando del bergantín en que viajaba, permitiéndole así acumular una gran fortuna.
Barbaroja asoló muchas costas del mar Mediterráneo, desde el sur de Italia en Reggio Calabria, hasta Andalucía.
En 1513 tomó posesión de Argel, convirtiéndose en su señor. En el mismo año fue atacado por la flota de la República de Génova, en el puerto de Túnez: derrotado, se vió obligado a refugiarse dentro de las murallas de la ciudad, perdiendo la fortaleza de La Goulette y varias goletas. Desde entonces, su acción se concentró en las costas del norte de África, entre ellas Argelia y Túnez.
En 1526 atacó de nuevo Reggio Calabria pero fue repelido; a continuación, se volvió contra Messina y, superado el Faro de Mesina, atacó la fortaleza en el puerto. En busca de más botines subió por la península italiana, pero delante de Piombino fue abordado por Andrea Doria al frente de una flota de barcos y un número de galeras papales de los Caballeros de Malta, que lo obligaron a huir.
Barbaroja se convirtió en 1533 en Almirante indiscutible (qapudàn-i Derya) de la flota otomana.
En el verano de 1534 emprendió una tremenda incursión en la costa del Mar Tirreno a la cabeza de 82 galeras: desembarcos y saqueos se registraron en Cetraro, San Lucido, Capri, Procida y Gaeta. Llegó a Sperlonga, y prendió fuego a la zona de los alrededores y a la ciudad misma, intentando incluso secuestrar a Giulia Gonzaga, viuda de Vespasiano Colonna y famosa por su belleza, como regalo para el sultán Solimán I, pero la noble dama consiguió refugiarse en Campodimele. Fondi, la ciudad de la que Giulia había huido, fue saqueada durante 4 días, luego fue el turno de Terracina y, finalmente, una vez llenos los barcos de esclavos y botines, volvió a Túnez, donde conquistó Bizerta y Túnez.
La reacción fue inmediata. En 1535, Carlos V armó una flota de 82 galeras y 200 barcos al mando de Andrea Doria, con el objetivo de recapturar Túnez, obteniendo, después de un saqueo de dos días, 10.000 esclavos. Barbaroja, sin embargo, había dejado una pequeña flota en Bona, y secretamente se unió a ella. Mientras que Europa lo creía muerto, y se celebraba en todas partes, el corsario fue a las Islas Baleares, donde atacó Menorca, conquistándola con el engaño. Su feroz ataque provocó la rendición de la fortaleza, 400 personas murieron y otras 6.000 fueron capturadas para su venta como esclavos produciéndole a Barbarroja, una ganancia de 500.000 ducados en los mercados de Constantinopla y Alejandría. También el botín (joyas, telas preciosas, pólvora y armas) fue extraordinariamente abundante. En Estambul fue recibido como un héroe, ofreciéndole varios regalos, entre ellos, en 1535, un magnífico palacio.
En la campaña de 1537 devastó la costa de Puglia y capturó 10.000 prisioneros. En agosto, intentó tomar la fortaleza veneciana de Corfú pero su ataque fue fuertemente enfrentado y Barbarroja desistió optando en cambio por atacar las islas más pequeñas, donde obuvo ricos botines y prisioneros en Monemvasia, Navplion, Skyros, y Egina. En septiembre, la campaña se concluyó con un balance de 400.000 piezas de oro, 1000 mujeres y 1.500 jóvenes capturados. En homenaje al sultán Suleiman Barbarroja le envió 200 jóvenes vestidos de escarlata, cada uno con una taza de oro y plata, otros 200 con piezas de telas finas, y 30 con bolsas bien equipadas de joyas y monedas.
En 1538 se enfrentó de nuevo a Andrea Doria en la Batalla de Preveza, en la costa albanesa. Doria lo atacó con 80 galeras venecianas, 36 papales, 30 españolas, 50 galeones y 200 barcos de guerra más, llevando 60.000 hombres y 2.500 cañones; pero Barbarossa, con sólo 130 galeras y 80 embarcaciones más pequeñas, tuvo mejor fortuna, capturando algunas galeras venecianas y genovesas.
En la primavera de 1544 como resultado de la alianza de Solimán con el rey de Francia, Francisco I, Barbarroja fue enviado a Marsella. Durante su viaje realizó algunas incursiones en la costa italiana. Se presentó amenazador en el estrecho de Messina: Diego Gaetani, el gobernador de Reggio Calabria, se negó a tratar con él, y reaccionó lanzando un ataque de artillería contra la flota, que mató a 3 de sus marineros. Barbarroja desembarcó entonces a 12.000 hombres, bombardeó la ciudad, y la conquistó. Entre los prisioneros estaba también la hija de Gaetani, Flavia de 18 años. Barbaroja se enamoró de ella y se casó a pesar de la diferencia de edad (él tenía 77 años) y, como regalo de boda, liberó a los padres de la mujer. A continuación, saqueó las costas de Campania, hasta llegar a la Provenza, donde estableció su base, antes de asediar Niza que también fue conquistada y saqueada.
El botín en la costa francesa fue tan rico que envió Argelia 25 galeras cargadas de tesoros y, a Constantinopla, 4 grandes barcos cargados con 5.000 cristianos, incluyendo 200 monjas, secuestradas en varios monasterios italianos, como su regalo personal de vírgenes a Suleiman. Murió en 1546, a los ochenta años de edad, debido a un ataque de fiebre amarilla, y fue enterrado en Besiktas, justo al norte de Estambul, en un mausoleo construido por el famoso arquitecto Sinan. Barbarossa fue uno de los líderes más grandes de su época.