Carlomagno

Carlomagno nació en el año 742 D.C., y fue un emperador francés que logró conquistar gran parte de Europa Occidental y Central.

Su mandato se inició en el año 768 y finalizó con su muerte, en el 814.

Carlos I el Grande, nació en Aquisgránen, hijo del rey franco Pipino el Breve y nieto de Carlos Martel. No se lo considera como un hijo legítimo ya que nació antes del matrimonio de Bertrada y Pipino que tuvo lugar en el año 749.

Este famoso rey conquistó Italia y fue coronado Imperator Augustus el 25 de diciembre de 800 en Roma por el Papa León III. Siendo, en ese momento, nombrado protector de la cristiandad.

Ante la negativa inicial de Constantinopla, se firmó un acuerdo entre ambos mandatarios dividiendo Europa en dos partes, Oriente y Occidente.

En el año 773, Carlomagno junto a su tío Bernardo, cruzaron los Alpes con el fin de perseguir a los lombardos para lograr sitiarlos en Pavía. El asedio en dicho pueblo se extendió hasta la primavera del año 774, en el que, a cambio de sus vidas, los lombardos se rindieron y abrieron las puertas de su ciudad para coronar a Carlomagno como su nuevo rey.

Gracias al reinado de Carlomagno, se logró revivir la cultura y el arte latinas a través de su Imperio. Luchó contra los sarracenos que amenazaban con posicionarse en la Península Ibérica, intentando de apoderarse del territorio, aunque los sajones atacaron su retaguardia y perdió una importante batalla en el desfiladero de Roncesvalles, en donde vio morir a su sobrino Roldán.

En su mandato, combatió contra distintos pueblos eslavos, y luego de varios años de guerra logró conquistar a los pueblos sajones, convirtiéndolos al cristianismo e integrándolos en su reino.

En 813, Carlomagno nombró a su único hijo sobreviviente, Ludovico Pío, como co emperador para luego enviarlo de regreso a su reino en Aquitania.

El 28 de enero del 814 el reconocido Rey de Europa Oriental murió a causa de una pleuritis fulminante. El mismo día de su muerte, Carlos, fue sepultado en la Catedral de Aquisgrán.

En la época de Otón III, se descubrió la tumba del rey y, tras vestirlo con corona de oro y un cetro de celebración y se lo volvió a enterrar sentado en su trono.
En 1215, Federico II volvió a exhumar los restos del emperador y se lo trasladó en un sarcófago de oro y plata emplazado debajo del suelo de la catedral.

En la actualidad, se considera a Carlomagno como el gran fundador de la monarquía francesa y alemana, y el padre de Europa, pues su gestión consiguió que se unificase por primera vez la mayor parte de Europa Occidental.