Paris Hilton, la heredera de la fortuna hotelera, llevó a toda su familia a la isla de
Maui en
Hawai para pasar las fiestas en algún lugar un tanto más tropical y alegre.
Así fue que todos pasearon por las calles en vestidos de verano, a pesar del invierno que se cierne sobre su patria, y hasta se dirigieron a la playa para hacer un pequeño chapuzón antes de la cena familiar.
Luego, regresaron al hotel y se sirvieron un enorme banquete a la luz del atardecer, en los enormes jardines de su propiedad. Por suerte la noche pareció transcurrir en paz, y no hubo ningún caso de embriagamiento… al menos no abusivo.