Lindsay Lohan, que actualmente se encuentra internada en la clínica Betty Ford de Los Angeles para tratar sus adicciones a las drogas y al alcohol, encontró una nueva diversión: pasarse todo el día conectada a Internet.
Debido a la conducta adictiva de la joven, las autoridades del lugar decidieron limitarle tanto el uso del teléfono celular como el tiempo que se le permite conectarse a Internet, más precisamente a las redes sociales.
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Sólo le permiten usar su móvil dos horas al día y únicamente para mantener el contacto con su familia y sus amigos más allegados", informó el
New York Post, quien citó a una fuente que indicó que los médicos le impusieron algunas condiciones para que
Lohan logre "
concentrarse en ella misma" durante el tiempo que pase internada.