Los rumores de crisis continúan envolviendo a los recién casados y tras la fastuosa celebración de la principesca boda, la luna de miel parece no ser un cuento de hadas y encuentra a la pareja real por separado.
Charlene se alojó sola en la suite presidencial que el matrimonio había reservado en las afueras de Durban mientras que su flamante esposo, el Príncipe
Alberto de Monaco, prefirió hacerlo en el hotel Hilton, ubicado en pleno centro de la ciudad, según publicaron medios franceses y sudafricanos.
En el principado no desmintieron la información. "
El príncipe estaba reunido en el hotel Hilton con miembros del Comité Olímpico Internacional del 5 al 9 de julio. Por razones prácticas, era preferible que durmiese allí", aseguró una fuente allegada citada por un diario francés.
También medios de prensa locales aseguran que la recién casada es "
desgraciada" y que al parecer, después de desayunar con el presidente
Jacob Zuma, cada uno se marchó en un coche diferente.