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Sí, es cierto. Nosotros, The Beatles nos sentíamos amenazados por Yoko Ono. Era una presencia exigente. Estaba siempre con nosotros. Se sentaba en los amplificadores y permanecía en el estudio también durante las grabaciones".
Esta vez,
Paul McCartney no se fue por las ramas y dijo toda la verdad, nada más que la verdad. La separación de los
Fab Four, que se produjo en 1970, fue uno de los eventos más debatidos en la historia del rock y uno de los principales sospechosos ha sido siempre ella:
Yoko, la compañera de
John Lennon. La artista japonesa, a menudo fue retratada como egoísta y manipuladora y era odiada por muchos fans. En 2012, sin embargo, fue el mismo McCartney quien declaró a
Al Jazeera que Ono no tuvo injerencia en el final de la banda; la viuda de John Lennon le agradeció sus palabras con un lacónico: "
No debe haber sido fácil para él admitirlo."
La nueva confesión de
McCartney se puede leer en una larga entrevista con la revista estadounidense
Rolling Stone en la que describe su presente y recuerda algo del pasado. "
Ninguno de nosotros permitía a sus compañeras permanecer en el estudio - sigue -
no porque fuéramos sexistas, sino simplemente porque estábamos apretados. Pero ella permanecía allí, en medio de nosotros. Lo soportábamos, pero no era fácil".
John Lennon comenzó su relación con
Yoko Ono después de su divorcio con su primera esposa
Cynthia. Los dos se conocieron en 1966 en la premier de una exposición de ella en Londres, pero comenzaron a salir en 1968, justo a tiempo para la grabación del álbum blanco.
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Estoy convencido de que el amor de John por esa mujer era justo. Era inútil resistirse. Me tomó un tiempo, pero era lo que tenía que hacer. Hoy en día, Yoko y yo somos amigos. Me gusta Yoko... Yoko es así", admitió McCartney riendo, para concluir "
Yoko y Olivia (la viuda de
George Harrison)
son miembros honorarios de la banda. Ellas también eran parte de los Beatles".