A poco de cumplir un año de convertirse oficialmente en Duquesa,
Meghan Markle se ha convertido en blanco de los medios ya que su comportamiento ha generado odios y pasiones dentro de los admiradores de la corona británica.
Asediada casi como lo estuvo en su momento la
Lady Di, la actriz norteamericana de 37 años, quien no solo está divorciada sino que es puramente feminista y mitad afroamericana, con la connotación política e histórica que eso conlleva para la casa real, ha hecho incontables esfuerzos para encajar, aunque siempre manteniendo su personalidad a través de gestos que han sido cuando menos cuestionados, por no decir duramente criticados.
El periodista Davis Jenkins ha descrito la situación diciendo que "
Será tan condenada si lo hace como si no" en un artículo que publicó recientemente en Tatler, titulado "
Un Año de Meghanommanía".
Recordemos que la protagonista de
Suits tuvo una relación de dos años con el
Príncipe Harry, y seis meses después de anunciar su compromiso se casaron en una gran ceremonia que rivalizó casi con la del mismísimo
Príncipe William con
Kate Middleton.
En octubre la pareja anunció su embarazo y esto no impidió a Markle cumplir con sus deberes de duquesa, entre ellos la asistencia a incontables actos y pedidos de la reina
Isabel II. Dispuesta a demostrar estar a la altura de su título, la ex actriz ha modificado sus atuendos, comportamientos y hasta salidas para dar lo que se espera de ella, aunque no ha podido evitar determinadas conductas, como cruzar las piernas en actos oficiales, algunas palabras indebidas o incluso tocar mucho su barriga de embarazada, lo que le ha valido desproporcionadas críticas a su comportamiento.
Se ha creado incluso una supuesta guerra entre ella y Kate Middleton, por ser ambas de origen plebeyo, aunque una perteneciente una tradicional fammilia británica, y la otra proveniente de la "estrepitosa" cultura norteamericana. Desde duelos de estilos hasta "no invitaciones" a ciertos cumpleaños se han escrito para enemistar a ambas, en algo que podría simplemente justificarse como dos agendas muy apretadas que hacen difícil que ambas coincidan.
Todo parece indicar que es una cuestión de tiempo hasta que Markle pueda ser completamente aceptada, aunque ha dado sobradas pruebas que tiene su voluntad puesta en hacerlo.