En 1957, Anthony Mann dirige “Cazador de recompensas”, un western que fue nominada al Óscar por el mejor guión original.
Morgan “Mock” Hickman es un famoso cazador de recompensas con muchos años de experiencia. De hecho es un antiguo sheriff, al cual se le pide en muchas ocasiones que libre a alguna ciudad de malhechores y delincuentes que se hacen los dueños de ella.
Ben Owens es un sheriff con poca experiencia y tiene en su ciudad una banda de delincuentes que han convertido la ciudad en un lugar muy inseguro. En vista de ello, Owens manda un telegrama a Hickman, para que le ayude a deshacerse de ellos.
Nada más llegar al pueblo, los delincuentes, sabiendo quién es Hickman, lo tratarán con hostilidad, con el objetivo de que se marche de allí.
Por regla general, y con la experiencia que tiene Hickman, sus casos no suelen durar mucho, y casi siempre “limpia” los sitios a los que acude de manera bastante rápida, pero en esta ocasión tendrá un problema, ya que uno de los pistoleros que está atemorizando el sitio es un afamado y experto pistolero, Burt Bogardush. |