Alicia Alonso nació el
21 de diciembre de 1920 en La Habana, Cuba y fue bautizada como
Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo. Hija de padres españoles, fue la más pequeña de cuatro hermanos y comenzó el aprendizaje de la danza a la edad de nueve años.
Con sólo nueve años de edad, Alicia ya sabia lo que quería ser de grande y dio inicio a sus estudios de ballet en la Sociedad Pro-Arte Musical.A los 15 años se casó con
Fernando Alonso, un bailarín, desplazándose a los Estados Unidos. Fue de él quien tomo el apellido que la haría conocida hasta hoy.
Llegó a la ciudad de Nueva York y estudió con Anatole Vilzak y Ludmilla Shollar en la escuela del American Ballet Theater, después lo haría en Londres con Vera Volkova.
Con 19 años, Alicia sufrió de una enfermedad en uno de sus ojos que la dejaría parcialmente ciega. Desde ese momento no podía estar sola y sus compañeros debían estar en el lugar exacto donde ella esperaba y se hacía uso de luces en distintos lugares para que pudiera guiarse.
Alicia bailó en los musicales de “Great Lady” en 1938 y “Stars in your eyes” en 1939. En 1948 se fundó con el nombre de ballet Alicia Alonso, el que ahora es el Ballet Nacional de Cuba. Esta sería la primera compañía profesional de ballet en este país.
Sus actividades más importantes empezaron a compartirse entre el American Ballet Theatre, los Ballets Rusos de Montecarlo y su propio elenco. Fue en 1959 que el Gobierno Revolucionario de Cuba, le ofrece apoyo.
Sus presentaciones de los grandes clásicos se hicieron famosos internacionalmente y se bailaron en otras compañías importantes como los Ballets de la Opera de París, de la Opera de Viena y el San Carlo de Nápoles, entre muchas otras más.
Alicia Alonso recibió el grado de Doctora Honoris Causa por la Universidad de La Habana, por la Universidad Politécnica de valencia, por el Instituto Superior de Arte de Cuba y por la Universidad de Guadalajara. En 1993 se le otorgó la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, que entrega el Rey de España.
En esos meses se crea una Cátedra de Danza que llevaría su nombre en la Universidad Complutense de Madrid. Poco tiempo después creo la Fundación de la Danza que también lleva su nombre. Fue nombrada Miembro de Honor de la Asociación de Directores de Escena en España.
En 1998 fue galardonada con la Medalla de Oro del Círculo de bellas Artes de Madrid. Para el 2000 recibió el Premio Benois de la Danza y fue condecorada con el máximo galardón del Consejo del Estado de la República de Cuba.
En el 2002 fue embajadora de buena voluntad de Unesco por su contribución en el desarrollo, conservación y divulgación de la danza clásica. Ella y el Ballet Nacional de Cuba reciben el Premio Honor Cuba disco 2006.
En sus más de 50 años dentro del mundo del ballet ha recibido un total de 127 reconocimientos nacionales e internacionales.