Arturo Frondizi

Arturo Frondizi, uno de los 14 hijos de padres inmigrantes italianos, nació el 28 de octubre de 1908, en Paso de los Libres, en el noreste de la provincia de Corrientes. Su padre era un contratista de carreteras y puentes que había trasladado su familia y negocios a Buenos Aires. Arturo se graduó de la Universidad de Buenos Aires con el título de Abogado.

Mientras era estudiante, se interesó en los escritos de Karl Marx, pero no llegó a convertirse en comunista o socialista, uniéndose en cambio a la Unión Cívica Radical (UCR), el partido radical del presidente Hipólito Irigoyen poco antes de su derrocamiento por un golpe militar en septiembre de 1930. Al negarse a recibir el diploma de honor de manos del líder del golpe, el general José Félix Uriburu, Frondizi fue brevemente encarcelado por su vociferante oposición al derrocamiento de Irigoyen.

Después de su graduación Frondizi se dedicó a la practica legal. También enseñó derecho y economía y adquirió notoriedad como escritor y periodista. En lo político, obtuvo un lugar de prominencia en el ala intransigente, o de izquierda de la UCR, que abogaba por reformas económicas y sociales, y apoyó la tradicional política radical de abstención a las urnas.

Durante el gobierno conservador de la década de 1930, Frondizi fue un firme defensor de la política de abstención electoral, pero revirtió su posición después de la salida del poder de los conservadores en 1943 y el ascenso de los intransigentes en la UCR, unos años más tarde.

En la elección de 1946, que llevó a Juan Perón al poder, Frondizi se postuló por primera vez para un cargo político, ganando un asiento en la Cámara de Diputados, para el que fue reelegido en 1948. Fue luego candidato a la vicepresidencia por el partido radical en las elecciones de 1951, en la lista, finalmente perdedora, encabezado por su colega y rival Ricardo Balbín.

Como miembro del Congreso, Frondizi era el líder de la oposición a Perón, aunque apoyó gran parte de su programa social y económico. Fuertemente influenciado por el marxismo, Frondizi era conocido por su compromiso con el nacionalismo económico y estaba bastante de acuerdo con la política de Perón de reducir la influencia extranjera en la economía argentina. En 1955, sin embargo, Perón, enfrentó a crecientes dificultades económicas y necesitando inversiones extranjeras, firmó un contrato con la Standard Oil Company de California para explotar los recursos petroleros de Argentina. Frondizi se convirtió entonces en uno de los críticos más acérrimos de Perón.

Perón fue derrocado en septiembre de 1955, y se estableció un gobierno provisional encabezado por el general Eduardo Lonardi. Políticamente, el país se dividía entre un fuerte sentimiento antiperonista, que quería eliminar por completo al peronismo de la escena política y los seguidores de Perón, todavía leales. Lonardi, que favoreció un acuerdo con los peronistas, fue sustituído como presidente provisional a los dos meses, por el mucho menos conciliador general Pedro E. Aramburu, cuyo gobierno adoptó una política antiperonista dura, incluyendo la disolución del partido peronista y comprometiéndose a celebrar elecciones tan pronto como fuera posible.

En 1957, a pesar de las dificultades políticas y económicas, el gobierno de Aramburu llevó a cabo su promesa de celebrar elecciones, y Frondizi, que se había convertido en un severo crítico a la administración de Aramburu, ganó la nominación como candidato a la presidencia por el partido radical. Pero su candidatura provocó una escisión en la UCR que dio lugar a la formación de dos facciones separadas, el Partido Radical Intransigente (UCRI) y el Partido Radical Popular (UCRP). Frondizi, quien abogó por la reintegración de los peronistas a la vida política de Argentina, fue el líder indiscutible y el candidato presidencial de la UCRI, mientras que Ricardo Balbín se convirtió en el líder de compromiso y candidato a la presidencia de la UCRP, que se componía de distintos grupos y personas simpatizantes con las medidas anti-peronistas de Aramburu y opuesta a Frondizi. Con el apoyo de los peronistas, cuyos votos cortejó con una promesa de restaurar su partido a la legalidad, Frondizi ganó no sólo la presidencia sino también el control del Congreso Nacional y todas las gobernaciones provinciales en contienda.

Al asumir la presidencia de Argentina el 1 de mayo de 1958, Frondizi heredó una serie de graves problemas económicos, como una balanza comercial desfavorable y una severa inflación. Estos problemas le impidieron llevar a cabo el programa expuesto en sus escritos y discursos anteriores. Sin tener en cuenta sus anteriores pronunciamientos antiimperialistas, en julio de 1958, en una acción que recordaba a Perón, otorgó concesiones a Estados Unidos y empresas europeas para la exploración de los recursos petrolíferos de la Argentina, en un esfuerzo para lograr la autosuficiencia en la producción de petróleo y detener el flujo anual de $ 300 millones de dólares de las importaciones de petróleo. 

También se vio obligado a abandonar sus ideas sobre reformas agrarias y desarrollo industrial independiente y de buscar ayuda externa para resolver las dificultades económicas del país. En diciembre de 1958 se acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) poner en marcha un polémico programa de estabilización y desarrollo, que impuso un régimen de austeridad financiera en el país como condición para recibir inversiones y préstamos extranjeros. Se esperaba que esto estimularía la economía y el desarrollo de la industria argentina.

El programa económico de Frondizi encontró una fuerte resistencia por parte de los trabajadores urbanos, y enfrentó a un brote de descontento laboral. Obligado a recurrir a los militares para mantener el orden, el presidnete se vio cada vez más dependiente de los militares para el apoyo de su gobierno.

El gobierno de Frondizi estuvo  plagado de inestabilidad política y repetidos intentos de golpe. A lo largo de su mandato, se tensaron sus relaciones con los líderes militares, en gran parte debido a su disgusto por su política hacia los peronistas. Una y otra vez le obligaron a despedir a parte de sus funcionarios gubernamentales, sospechosos de tener simpatías peronistas.

En marzo de 1962, en cumplimiento de su promesa de restaurar la legalidad del partido peronista, Frondizi permitió a los peronistas presentar, por primera vez desde 1955, a sus propios candidatos en las elecciones parlamentarias y locales. Los peronistas obtuvieron la mayoría de las gobernaciones provinciales, incluyendo la más importante de la provincia de Buenos Aires, y más de la mitad de los asientos disponibles en la Cámara de Diputados. Los líderes de las fuerzas armadas respondieron rápidamente, exigiendo la intervención federal para anular la victoria electoral de los peronistas, detener a sus líderes, y formar un gabinete de coalición nombrado por los militares. 

Frondizi cedió a la presión militar para intervenir en cinco de las provincias ganadas por los peronistas, pero no pudo ganar el necesario apoyo del resto de los partidos políticos para formar un gobierno de coalición. Acto seguido, los militares lo removieron de la presidencia en marzo de 1962 y establecieron un nuevo gobierno provisional presidido por el presidente del Senado, José María Guido.

Después de dejar la presidencia, Frondizi siguió desempeñando un papel activo en la UCRI hasta 1964, cuando él y una facción minoritaria se separaron para formar el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). Los objetivos del nuevo partido se basaron en su anterior programa de integración política y desarrollo económico; se eliminó toda referencia al radicalismo. 

Frondizi y sus seguidores mantuvieron una alianza con Perón y, en las elecciones de 1973, que abrieron las puertas para breve retorno de Perón al poder, apoyaron al candidato peronista a la presidencia, Héctor J. Cámpora.

El carisma personal de Frondizi y su política de desarrollo económico le ganaron muchos simpatizantes entre los sectores profesionales y empresariales de la clase media, manteniéndose como una figura importante en la política argentina. Frondizi también era respetado como intelectual, tenía reputación de ser muy instruído y un elocuente orador. Escribió varios libros sobre política y economía argentinas. En un momento se pensó que estaba en proceso de ser ministro de Economía del partido radical si éste volviera al poder. A pesar de siempre expresarse sobre temas públicos, nunca volvió a tener más que una importancia política marginal.

Arturo Frondizi murió en Buenos Aires el 18 de abril de 1995, de una dolencia cardíaca. Tenía 86 años. Su esposa y única hija habían fallecido con anterioridad, no quedando ningún sobreviviente inmediato.