La euforia determinada por el progreso científico dió vida, a mediados del siglo XIX, a una corriente de pensamiento que rechazaba con desdén cualquier forma de romanticismo; tendiendo a leer la realidad a partir de presupuestos metafísicos y espirituales. Esta inmensa confianza en la ciencia, que parecía prometer la revelación de todos los misterios sobre la única base de las leyes naturales, es decir, a través de la observación, hipótesis y su verificación experimental, se llamó "positivismo". Pero ya a finales del siglo esta tendencia cultural entró en crisis: la filosofía volvió a reconsiderar el romanticismo a través de diversos movimientos de ideas, pero sobre todo prevaleció el pensamiento de quien fue considerado el padre del intuicionismo, el francés
Henri-Louis Bergson.
Nacido en París en una familia judía de origen irlandés , el18 de de octubre de 1859, Henri-Louis Bergson asistió a la escuela secundaria "Condorcet", para luego iniciarse en estudios en matemáticas y filosofía en la Escuela Normal de París. Desde su juventud tendió a mantener la realidad y la ciencia separadas, viendo principalmente en la espiritualidad, una clave para la comprensión de la vida y el mundo que lo rodeba. Durante estos años conoció a Jean Jaurès y Maurice Blondel.
En 1889 comenzó a publicar, iniciando con la tesis de su doctorado en la filosofía "
Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia", destinada a convertirse, probablemente, en la más importante de sus obras; luego continuó con "
Materia y memoria" en 1896 y "
La evolución creadora", en 1907 .Con estos escritos se apasionaron especialmente el gran
Marcel Proust, el escritor Charles Péguy y el filósofo estadounidense
William James.
Culminados sus estudios se dedicó a la enseñanza en los liceos de Angers y Clermont-Ferrand, para luego pasar a los liceos parisinos "Rollin" y "Enrique IV".
En 1891, a los treinta y dos años, se casó con Louise Neuburger, de diecinueve años, prima del propio Proust.
Bergson llegó en 1900, a la Escuela Normal Superior de París como "Maitre de conferencias" y enseñó fiosofía griega y moderna en el Colegio de Francia; en esta etapa frecuentó los círculos culturales de la capital francesa, llegando a ser conocido y apreciado por la originalidad de su pensamiento, convirtiéndose rápidamente en un importante punto de referencia. A sus conferencias acudía toda la París intelectual.
En 1914 obtuvo el reconocimiento de la Académico de Francia y, cuatro años más tarde, fue elegido presidente de la "Comisión para la Cooperación Intelectual", dirigida por la Sociedad de las Naciones.
En 1927, Henri Bergson fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
En 1932 publicó "Las dos fuentes de la moral y la religión", mientras que el año siguiente fue el turno de "El pensamiento y el motivo". Cuando los alemanes ocuparon París, en junio de 1940, Bergson rechazó el tratamiento de respeto que se le ofreció por permanecer coherente con sus ideas y compartir el mismo destino de su pueblo; por la misma razón, cuando se aproximó al catolicismo, evitó la conversión oficial por "permanecer entre aquellos que serian perseguidos el día de mañana".
Sobre el catolicismo escribió, en su testamento redactado en 1937, que es "el cumplimiento total del judaísmo"; y dispuso que en su funeral estuviera presente un sacerdote. Henri Bergson murió debido a una insuficiencia respiratoria en París, el 4 enero de 1941, a la edad de 82 años.
El espiritualismo de Bergson se afirmó especialmente en el período entre las dos guerras mundiales, irguiéndose como un baluarte contra el racionalismo, el intelectualismo y el cientificismo que se oponía al valor empírico de la intuición. En particular, él cuestionaba la racionalización del concepto de tiempo que la ciencia podría reclamar para operar independientemente de su estrecha relación con la conciencia humana.
Bergson fue el promotor de un sistema basado en la intuición. Su filosofía se elevó al rango de movimiento filosófico llamado, precisamente, "Bergsonismo", que ha impregnado no sólo la esfera filosófica, sino la esfera cultural en general, influyendo en el arte, la poesía, la vida social y la teología.
Entre la treintena de obras que publicó, se incluyen, además de las ya mencionadas, "La risa: lo cómico", 1900; "La filosofía de la intuición: Introducción a la metafísica" de 1903; "L'énergie spiritelle" de 1919; "Durée et Simultanéité" de 1922 y "La Pensée et le mouvant" de 1935.