Jim Henson

Jim Henson fue el más conocido titiritero de origen estadounidense, famoso por haber creado personajes tan entrañables como “Los Muppets” y películas llenas de magia, fantasía y amor.

James Maury Henson nació el 24 de Septiembre de 1936 en la ciudad de Greenville, localizada dentro del estado de Mississippi en los Estados Unidos de América.

Sus padres fueron Paul Ransom Henson, un agronomista del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y Elizabeth Marcella Henson; quienes luego de haber nacido se mudaron a Hyattsville, cerca de Washington D.C.

Siempre recordó el momento en que la televisión hizo la entrada en su vida como uno de los más importantes sucesos de toda su carrera. Poco tiempo después, mientras aún asistía  a la Northwestern High School, comenzó a trabajar en programas para niños.

Su tarea en sí era la de crear marionetas para entretenerlos, pero poco a poco esto se fue convirtiendo en una pasión que llevaría aún mientras se enrolaba en la University of Maryland, dentro del College Park.

Durante su primer año, la WRC-TV le pidió que hiciera marionetas para un show de 5 minutos que debía ser pasado los domingos por la mañana. Sus creaciones fueron los primeros Muppets, entre los cuales ya existía la inmortal Rana René (Kermit the Frog en el original).

Al contrario que las marionetas de la época, Henson creía que estos personajes debían tener vida y poder mostrar más sentimientos. De esta forma comenzó a utilizar materiales más flexibles que la madera y también varillas desde abajo en vez de cuerdas.

Por aquel entonces “Sam & Friends” era ya todo un éxito comercial pero, una vez que se hubo graduado de la universidad en 1960, se preguntó si realmente quería ser un titiritero toda su vida. La respuesta le llegó durante un viaje de meses a Europa.

Al regresar a los Estados Unidos se casó con Jane Nebel, quien lo había ayudado a crear los personajes de los Muppets. Juntos tuvieron cinco hijos: Lisa en 1960, Cheryl en 1962, Brian en 1963, John en 1965 y Heather en 1970.

Durante la década del ’60, la popularidad de sus personajes lo llevó a realizar muchos trabajos variados, sobre todo en publicidad y programas de actualidad a lo largo de todo el país.

En 1963 se mudó a Nueva York donde creó y fundó la Muppets Inc. y contrató más empleados que lo ayudaran en la creación de nuevos personajes. Entre ellos Frank Oz fue su mano derecha y mejor amigo.

En 1969 la cadena Children’s Television Workshop le pidió que se uniera al elenco de “Sesame Street”, un innovador programa para niños que seguramente podría hacer un muy buen uso de las marionetas de Henson.

Inmediatamente todos los personajes que creó se volvieron los más populares del momento, siendo hasta el día de hoy recordados e idolatrados por generaciones enteras. Entre ellos: The Cookie Monster, Big Bird, Bert y Ernie y Oscar the Grouch.

Los Muppets entonces comenzaron  a invader no solo las pantallas de televisión, sino todo tipo de formatos, como obras en la calle Broadway, especiales de navidad y distintas festividades y quién sabe cuántas cosas más.

En 1979 se estrenó la primera película de los Muppets en el cine, dejando un impresionante margen de ganancias de más de 65 millones de dólares solo en los Estados Unidos, una de las 100 mejores películas hasta aquel momento.

Además de sus propios proyectos, Henson ayudó a otros como George Lucas dentro de la creación de personajes para “Star Wars”. El Maestro Jedi Yoda, fue una creación de Frank Oz bajo su representación, tanto en la voz como en su forma corpórea.

En 1982 el trabajo de Henson se abrió hacia horizontes que nadie jamás se hubiera imaginado. Creó la Jim Henson Fundation para promover el arte de los titiriteros en todo el terreno de los Estados Unidos y también comenzó a trabajar en películas nuevas.

Ese mismo año lanzó “The Dark Crystal”, con conceptos de arte totalmente distintos de los de los Muppets. Esto atrajo a un público mucho más adulto, puesto que en este caso las marionetas no eran tales, sino verdaderas criaturas vivientes.

En 1986 produjo, escribió y dirigió “Labyrinth”, largometraje protagonizado por Jennifer Connelly y David Bowie. A pesar de su enorme costo la película a penas alcanzó a ser un éxito, siendo el primer desaliento de Henson en su carrera.

Ese mismo año, él y su mujer terminaron por separarse, puesto que casi nunca pasaba tiempo en su casa al estar totalmente absorbido por el trabajo. Sus hijos recuerdan que el único tiempo que pasaban juntos era al estar en su taller.

En 1989 decidió venderle su compañía a The Walt Disney Company, puesto que estaba cansado de lidiar con todo el aspecto burocrático y quería centrarse más en la creatividad y los nuevos personajes. El negocio cerró en 150 millones de dólares.

El 13 de Mayo de 1990, Henson comenzó a tener síntomas de resfrío y fue a ver a un médico para que le recetara algo. “Solo aspirinas” le dijeron y lo mandaron a casa. Al día siguiente escupía sangre y fue llevado a un hospital para ser colocado en un respirador artificial.

El 16 de Mayo de 1990 Henson falleció a causa de fallas pulmonares, con solo 53 años. Su shock tóxico fue desencadenado por poseer una bacteria neumonal que había consumido ya gran parte de sus órganos.

En su funeral, como él mismo lo había pedido, nadie vistió de negro, y se celebró su muerte como si de una fiesta se tratara, con una banda de jazz y muchas de sus creaciones siendo manejadas por sus empleados.

Luego de esto sus hijos siguieron su legado con la Jim Henson Creature Shop, que actualmente provee marionetas para todo tipo de filmes y también la Jim Henson Foundation.