Nabucodonosor II (630 a. C.-Babilonia, 7 de octubre de 562 a. C.), fue el segundo y más grande rey de la dinastía caldea de Babilonia. Era conocido por su poderío militar, el esplendor de su capital, Babilonia, y su importante rol en la historia judía.
Nabucodonosor fue el hijo mayor y sucesor de Nabopolasar, fundador del imperio caldeo. Se le conoce por las inscripciones cuneiformes, la Biblia, fuentes judías posteriores, y autores clásicos. Su nombre, del acadio Nabu-kudurri-usur, significa "Oh Nabu, cuida de mi heredero".
El año de su nacimiento es incierto, pero no es probable que haya sido anterior al 630 aC, ya que, según la tradición, Nabucodonosor comenzó su carrera militar de joven, apareciendo como administrador militar en el año 610. Su padre lo menciona por primera vez trabajando como obrero en la restauración del templo de Marduk, el dios principal de la ciudad de Babilonia y el dios nacional de Babilonia.
En 607/606, como príncipe heredero, Nabucodonosor comandó junto a su padre un ejército en las montañas al norte de Asiria, y posteriormente dirigió operaciones independientes después del regreso de Nabopolasar a Babilonia. Después de un revés babilónico a manos de Egipto en 606/605, se desempeñó como comandante en jefe en lugar de su padre y con una brillante generalidad destrozó al ejército egipcio en Carchemish y Hamath, asegurando así el control de toda Siria. Después de la muerte de su padre el 16 de agosto de 605, Nabucodonosor regresó a Babilonia y ascendió al trono a las tres semanas. Esta rápida consolidación de su adhesión y el hecho de que podría regresar a Siria poco después reflejó su fuerte control sobre el imperio.
En las expediciones a Siria y Palestina de junio a diciembre de 604, Nabucodonosor recibió la sumisión de los estados locales, incluido Judá, y capturó la ciudad de Ashkelon. Con mercenarios griegos en sus ejércitos, en los tres años siguientes emprendió otras campañas para extender el control babilónico sobre Palestina. En la última ocasión (601/600), Nabucodonosor se enfrentó con un ejército egipcio, con grandes pérdidas; este revés fue seguido por la deserción de ciertos estados vasallos, entre ellos Judá. Esto provocó un intermedio en la serie de campañas anuales en 600/599.
Las medidas para recuperar el control se reanudaron a finales de 599/598 (diciembre a marzo). La planificación estratégica de Nabucodonosor apareció en su ataque a las tribus árabes del noroeste de Arabia, en preparación para la ocupación de Judá. Atacó Judá un año después y capturó a Jerusalén el 16 de marzo de 597, deportando al rey Joaquín a Babilonia. Después de una breve campaña siria en 596/595, tuvo que actuar en el este de Babilonia para repeler una amenaza de invasión, probablemente de Elam (el moderno suroeste de Irán). Las tensiones en Babilonia fueron reveladas por una rebelión tardía en 595/594 que involucró a elementos del ejército, pero fue capaz de sofocarla decisivamente, tantp como para emprender dos campañas más en Siria durante 594.
Distintas actividades militares de Nabucodonosor se conocen no de las crónicas existentes, sino de otras fuentes, en particular la Biblia, que registra otro ataque a Jerusalén y el sitio de Tiro (que dura 13 años, según el historiador judío Flavio Josefo) e insinúa una invasión de Egipto. El asedio de Jerusalén terminó en su conquista en 587/586 y en la deportación de prominentes ciudadanos.
Muy influenciado por la tradición imperial asiria, Nabucodonosor siguió conscientemente una política de expansión, reclamando la concesión de la realeza universal por Marduk y rezando para que "no haya oponentes de horizonte a cielo". Se sabe por fragmentos cuneiformes encontrados, que en 568/567, intentó la invasión de Egipto, culminación de su política expansionista.
Además de ser un brillante táctico y estratega, Nabucodonosor fue prominente en la diplomacia internacional, como se muestra en su envío de un embajador a Asia Menor para mediar entre los medos y los lidios. El Rey de Babilonia murió el 7 de octubre de 562 a. C. y fue sucedido por su hijo Evil-merodac de Babilonia.
Además de su actividad como comandante militar, Nabucodonosor se empeñó en la reconstrucción de Babilonia. Completó y extendió las fortificaciones iniciadas por su padre, construyó un gran foso y un nuevo muro de defensa exterior, pavimentó el Camino Procesional ceremonial con piedra caliza, reconstruyó y embelleció los templos principales y cortó canales. Esto lo hacía no solo para su propia glorificación sino también en honor a los dioses.
Poco se sabe de su vida familiar más allá de la tradición de que se casó con una princesa Mediana, que buscó aliviar el anhelo por su tierra nativa creando jardines que simularan colinas. Una estructura que representa estos jardines colgantes no puede identificarse positivamente ni en los textos cuneiformes ni en los restos arqueológicos.
A pesar del papel fundamental que desempeñó en la historia de Judá, Nabucodonosor se ve en la tradición judía en una luz predominantemente favorable. Se afirmó que dio órdenes para la protección de Jeremías. Una actitud correspondiente hacia Nabucodonosor, como instrumento de Dios contra los malhechores, ocurre en los Apócrifos en 1 Esdras y, como protector por el que se debe orar, en Baruch. En Daniel (Antiguo Testamento) y en Bel y el Dragón (Apócrifos), aparece como un hombre, inicialmente engañado por malos consejeros, quien recibe con agrado la situación en la que la verdad triunfa y Dios es reivindicado.
No hay apoyo independiente para la tradición de Daniel sobre la locura de siete años de Nabucodonosor, y la historia probablemente surgió de una extravagante interpretación posterior de textos relacionados con los eventos de Nabonidus, que mostraron aparente excentricidad en el abandono de Babilonia durante una década, para vivir en Arabia.
En los tiempos modernos,
Nabucodonosor ha sido tratado como el tipo de conquistador sin Dios; Napoleón Bonaparte fue comparado con él. Su historia es la base de la ópera
Nabucco de
Giuseppe Verdi, mientras que su supuesta locura es el tema del cuadro
Nabucodonosor de
William Blake.