El médico y científico español,
Nicolás Hilario Severino Basilio Juan Achúcarro y Lund, nació el 14 de junio de 1880 en Bilbao. Proveniente de una familia de intelectuales, su educación fue extremadamente cuidada. Estudió primero en el Instituto Vizcaíno en Bilbao, donde tuvo entre sus maestros, a
Miguel de Unamuno y, más tarde en el "Gymnasium" en Wiesbaden, donde además de completar su formación cultural, adquirió un perfecto dominio de la lengua alemana y, con ella, la posibilidad de conocer de primera mano la medicina de Europa Central.
De regreso en España, comenzó sus estudios de medicina en la Universidad de Madrid en 1897. Allí tuvo como profesores, en los primeros cursos, a Santiago Ramón y Cajal como profesor de histología, a Federico Olóriz en Anatomía y José Gómez Ocaña en Fisiología. De los tres, se relacionó esencialmente con Gómez Ocaña, en cuyo laboratorio se inició en la experimentación fisiológica, especialmente dirigida a los problemas de la función endocrina. También destacó en sus estudios de anatomía con Olóriz, materia en la que fue galardonado con distintos premios estudiantiles. En el otoño de 1899, aprobó sólo los dos primeros cursos en Madrid y se trasladó a la Universidad de Marburg, donde perfeccionó su formación en patología general, fisiología y bioquímica durante medio año.
Reanudó sus estudios en Madrid, rindiendo libre los últimos tres años de la Licenciatura en Medicina. Realizó su formación clínica en el Hospital General, bajo la dirección de Juan Madinaveitia. Durante estos últimos años de estudiante, comenzó a trabajar en el laboratorio de histología normal y patológica del sistema nervioso y, al mismo tiempo, decidió consagrarse a la Neuropsiquiatría.
Terminados sus estudios en Madrid, pasó varios meses en París (1904-1905), donde asistió a la clínica de Pierre Marie, en la Salpêtrière y tuvo la oportunidad de asimilar las bases de la llamada Neurología francesa "clásica". En 1905, se trasladó a Florencia, ciudad donde perfeccionó su formación psiquiátrica junto con Ernesto Lugaro y Eugenio Tanzi, para luego pasar a Munich, donde vivió durante casi tres años trabajando con Emil Kraepelin y
Alois Alzheimer. Fue en el laboratorio de neuropatología del Profesor Alzheimer, donde escribió su tesis doctoral "
Contribución al estudio de la anatomía patológica de la rabia" que defiende en Madrid en Diciembre de 1906, obteniendo una calificación de sobresaliente.
Esta última estancia en la capital bávara fue clave para la orientación científica de Achúcarro. A mediados de 1908, Alzheimer lo sugirió al Gobierno estadounidense como el hombre más adecuado para organizar y dirigir el departamento de patología del Hospital Mental Federal en Washington. Permaneció allí durante casi dos años, aprovechando para su trabajo una riqueza casi ilimitada de medios de todo tipo y una gran independencia científica.
En 1910 Achucarro regresó a España. Trabajó en forma privada como neuropsiquiatra, consiguió una plaza en el Hospital General, pasó algunos meses en el laboratorio de Cajal, quien lo incorporó también - aunque sin sueldo - a su staff y, sobre todo, a partir de 1912, dirigió el laboratorio fundado por la Junta de extención estudiantil, para mejorar la formación de los médicos que tenían que ir al extranjero. Allí tuvo como discípulos, entre otros, a Pío del Río Hortega-Gonzalo Rodríguez Lafora, Felipe Jiménez de Asúa, José Miguel Sacristán, Luis Calandre y Miguel Gayarre. Sin embargo, cuando estaba en la cumbre, tanto de su investigación como de la docencia, murió el 23 de abril de 1918, a la edad de 37 años, después de varios meses de sufrimiento agudo, en su residencia de verano en Heguri, aparentemente víctima de la enfermedad de Hodgkin.
Sus investigaciones se centraron principalmente en la neuroglia, el alcoholismo, la enfermedad de Alzheimer y la parálisis general; además, su investigación en coloración microscópica lo llevó al descubrimiento de un nuevo método de tinción, conocido desde entonces con el nombre de Técnica de Achúcarro y que usa tanino y el óxido amoniacal.