Mañana, 8 de agosto
Dustin Hoffman, uno de los iconos del cine mundial, celebra sus primeros 80 años. Nacido en Los Ángeles en una familia de origen judío-rumano, es hijo de una pianista de jazz y un diseñador de Columbia y, casi como un presagio, debe su nombre a uno pasión cinematográfica de sus padres: el olvidado divo del cine mudo Dustin Farnum.
Después de dejarLos Ángeles por Nueva York sufrió dos rechazos consecutivos en el legendario Actor's Studio de
Lee Strasberg. Trabajó en pequeños papeles en teatro y televisión durante los años 60, hasta que llegó su gran oportunidad:
Mike Nichols buscaba un protagonista para
El graduado,
Hoffman se enteró por su vecino
Mel Brooks cuya esposa Ann Bancroft, fue un icono de la película. Era 1967 y la película logró nominar al protagonista al Oscar y al Globo de Oro.
Desde entonces han pasado 50 años de carrera, 84 películas, dos Oscar, una dirección y una variedad de roles tales como para convertirlo en un actor realmente completo e histriónico, rivalizando desde siempre en un duelo de "pequeñitos" con
Al Pacino: contra él perdió los papeles de
Michael Corleone y la de
Shylock; ganando el de
Ratso en
Cowboy de medianoche y en especial el del desesperante
Raymond, el hermano autista de
Tom Cruise en
Rain Man papel por la cual obtuvo su segunda estatuilla en 1989, diez años después de la victoria con Kramer contra Kramer.
Fue (junto con
Robin Williams y
Jack Lemmon) la más convincente mujer de la comedia americana gracias a la triunfal Tootsie de
Sydney Pollack (1982); interpretó al pequeño hombre con corazón de héroe en Perros de paja y Pequeño, gran hombre; interpretó al
Capitán Garfio en el cuento de hadas revisado por
Steven Spielberg (Hook: el capitán Garfio, 1991); mantuvo memorables contrapuntos dialécticos tanto en Marathon Man con
Laurence Olivier como en
El jurado con
Gene Hackman, pasando por
Todos los hombres del presidente con
Robert Redford hasta la irresistible
La cortina de humo con
Robert De Niro.
El secreto de la longevidad, física y profesional, según el dos veces ganador del Oscar 80, reside también en la estabilidad familiar y matrimonial. Casado dos veces, con su segunda esposa,
Lisa Gottsegen, a su lado desde 1980, tuvo cuatro hijos;
Hoffman tiene otros dos de un matrrimonio previo. "
Soy un hombre de familia, soy fiel y monógamo, me he pasado la vida criando hijos, sólo hace unos pocos años me he emancipado de ellos y hoy echo un poco de menos el compromiso de la paternidad, las corridas entre escuelas y teatros y los juegos. La estabilidad emocional es mi secreto".